El sencillo truco de un cocinero para recuperar una lechuga que se ha quedado blanda

[Nicholaus_Pfeffer]

Es la base de nuestras ensaladas, la verdura por excelencia en la gastronomía tradicional de España. La lechuga es un ingrediente que (casi) nunca falta en las neveras de nuestro país. Además, cuenta con numerosos beneficios para el organismo. Sin embargo, posee un corto tiempo de vida si no la conservamos de la manera adecuada. Existen muchos trucos que se han hecho virales en redes sociales, como el de este cocinero coreano.

Los hay de mil maneras, pero a nosotros nos ha llamado especialmente la atención el truco de este creador de contenido para mantener con vida la lechuga por más tiempo. Solo necesitas un tupper, las hojas de lechuga que estén blandas y agua. ¿Dará resultado? El vídeo que mostraremos a continuación responderá a la pregunta.

Cómo recuperar una lechuga que se ha quedado blanda​

Jaime Maurelo es el creador de contenido que ha compartido a sus más de cuatrocientos mil seguidores en Instagram el sencillo truco para recuperar una lechuga que se ha quedado blanda. En el vídeo que aparece a continuación, sale cómo lo hace.

Maurelo comienza cortando el tallo de la lechuga y extrae las hojas. Después, las coloca en un tupper y echa agua fría en todo el recipiente. Cierra el fiambre con la tapa y lo deja en la nevera durante 24 horas. Al día siguiente, se puede apreciar que la hortaliza ha vuelto a cobrar su forma y textura normal. "Lista para comer", concluye el experto.

De esta manera, la lechuga blanda obtendrá una segunda vida y podremos usarla para hacer recetas saludables y contundentes, como estos arrollados con pollo picante que se hacen en 20 minutos.

Por qué la lechuga, en ocasiones, se ablanda​

La razón por la que la lechuga, en ocasiones, se ablanda reside en la falta de agua. Es una hortaliza que, cuando se cultiva, es necesaria hidratarla. Al meterla en la nevera, empieza a perder humedad y, por lo tanto, ablandarse.

Almacenar correctamente la lechuga en la nevera es una tarea imprescindible para evitar la proliferación de bacterias dañinas para la salud. La temperatura adecuada suele ser entre los 0 y 4 grados Celsius. Asimismo, es aconsejable guardar la verdura en una bolsa de plástico perforada o en un recipiente hermético. Este truco evitará la pérdida de humedad.

Antes de guardarla en la nevera, es aconsejable lavarla y secarla con un centrifugador de lechuga o papel de cocina, envolverla con este último material o con servilletas o, como hemos dicho antes, metiéndola en una bolsa de plástico. Una vez hecho estos pasos, el lugar más apropiado es el cajón de las verduras, ya que están acondicionados para conservar esta clase de alimentos.

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