El reconocimiento a Emilio Muñoz como último apóstol del belmontismo

Lelah_Kassulke · 9 Dic 2024

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Que a Emilio Muñoz le hayan entregado un premio bautizado con el nombre de Juan Belmonte , mito al que tanto ha idolatrado durante su trayectoria profesional y vida personal, viene a ser como los recientes reconocimientos a los periodistas José Peláez y Jesús Vigorra con los premios ' David Gistau ' y ' Jesús Quintero '. Unos galardones cuyo calibre se mide por el espesor de su denominación. Que reconocen una estela o una sucesión. Que es lo que ocurre con el maestro de la calle Pureza, efluente sobre el que mejor y más ha emanado el concepto belmontino. Eso que la gente del cine llamaría 'spin-off', como derivación certificada de la obra original. La secuela del toreo de Antonio Monte s , conducida por el viejo Calderón y sublimada por el Pasmo de Triana. Una tauromaquia conceptual, barroca y ajena a cualquier tipo de modas. Que nació en Triana, y que morirá en Triana. El barrio en el que vivió Belmonte y nació Muñoz. Faltaba un mes para que éste saliera del vientre de su madre cuando el maestro, su maestro, se encaró a la sombría mirada de la muerte. Emilio 'Temple' Muñoz –que lo bautizó Vicente Zabala en una suerte de puntal de la máxima belmontina (« parar, templar y mandar »)– lleva décadas durmiendo a la vera de la biografía de Chaves Nogales, como si del evangelio de una religión pagana se tratara. Que descansa en una mesita de noche sobre la que ahora podrá posar la efigie de su ídolo, recogida este pasado miércoles de manos de su rival, y sin embargo amigo y casi hermano, Juan Antonio Ruiz 'Espartaco' . Que acudió a la cita porque no se podía creer «que Emilio viniera a un acto», dijo entre bromas, aunque tuviera no poca razón: Muñoz huye de los focos como burla a diario las embestidas de la coba y la impostura. Pero al 'Premio Juan Belmonte' «no podía decirle que no», señaló el de Triana. Una tertulia que quiso reconocer la trayectoria de quien mejor confirmó aquello de que « se torea como se es ». Íntegro y honesto; fuera vestido de luces o de civil, en privado o ante un micrófono. Una faceta, esta última de comentarista, sobre la que sigue recibiendo reconocimientos diarios. Pocos dudarán si les digo que lo más le repiten quienes lo saludan por la calle es « ¡Cuánto se le echa de menos, maestro! ». Fue Emilio Muñoz un comentarista ejemplar, por la sabiduría que transmitía, por la mesura en sus palabras y por la honestidad en sus valoraciones. La integridad de quien no utilizó la televisión para hacer amigos, ni para ajustar cuentas pendientes. Una independencia que lo convirtió en paradigma del rigor y la integridad. Quizá por eso le digan tanto aquello de «¡Cuánto se le echa de menos, maestro!».Junto a Emilio Muñoz, la tertulia taurina Juan Belmonte premió en su sede de Cañada Rosal a la ganadería de Santiago Domecq como la más destacada del año. El criador jerezano, en una muestra más de su señorío, evitó hacer mención a sus triunfos y rememoró la historia de una vacada que fundó nada más cumplir la mayoría de edad. Por otra parte, y como no podía ser de otra forma, a Borja Jiménez le concedieron el trofeo al torero revelación después de una temporada en la que no ha escatimado esfuerzos hasta escalar a la zona privilegiada del toreo. Pese a su disfuncional espada, el torero de Espartinas apenas ha dejado escapar triunfos en una campaña cuyo balance final se fija en 42 corridas de toros, 74 orejas, 2 rabos y una puerta grande de Las Ventas, plaza de la que se convirtió en triunfador de su Feria de San Isidro. La tertulia reconoció también a ' Portaltaurino ' como página pionera en la información especializada en Internet. Recogieron este galardón los periodistas Paco Gallardo y Santiago Sánchez-Tráver , fundador y actual director, respectivamente. Por último, se homenajeó al que fuera ganadero de la tierra Salvador Martín Losada , quien compró la extinta vacada de Javier Osborne para rebautizarla como Toros de Los Recitales .