El Real Madrid frenó la caída libre de la última semana con una victoria de mérito ante el Unicaja, líder de la ACB (90-77). Un triunfo muy necesario tanto para los jugadores blancos como para su técnico, Chus Mateo, que estaba en la cuerda floja tras tres derrotas consecutivas dolorosas. El equipo madrileño se apoyó en la conexión argentina entre Campazzo y Deck para superar a los malagueños, que estuvieron lejos del nivel que les había llevado a ganar 15 de sus 16 partidos oficiales hasta ese momento.El encuentro tenía aroma de decisivo para Chus Mateo, quien, en la previa, pidió a sus jugadores un salto en confianza y agresividad. Estos respondieron con un inicio de partido sólido, con gran intensidad defensiva y alta efectividad en ataque. El acierto desde el triple de Abalde y Deck permitió un arranque de 8-0 que desconcertó al líder de la liga, incapaz de anotar hasta pasados cuatro minutos de juego.Ese inicio, tan poco habitual, anticipaba lo que iba a ser el partido. Un palmeo de Ndiaye y otro triple de Deck ampliaron la ventaja del Madrid, mientras el Unicaja intentaba, sin éxito, imprimir más velocidad a su juego. Un triple de Carter fue necesario para que los malagueños comenzaran a equilibrar el marcador, cerrando el primer cuarto con un 18-13 a favor del equipo blanco.Sergio Llull, muy acertado en sus lanzamientos desde cualquier distancia, fue la pieza clave del Madrid en el segundo cuarto. Aunque el Unicaja llegó a ponerse a un solo punto al inicio del periodo, el capitán blanco, junto con Andrés Feliz, volvió a ampliar la diferencia, que llegó a ser de 12 puntos.Sin embargo, las diez faltas cometidas por el Madrid en este periodo resultaron decisivas para que el Unicaja se acercara gracias a su pleno de aciertos en tiros libres (14 de 14). A pesar de ello, el líder de la liga no tuvo su mejor día en los lanzamientos de campo, lo que le impidió dar el sorpasso. Al descanso, el marcador reflejaba un 39-34.El partido continuó por la misma senda tras el descanso, aunque con nuevos protagonistas. Deck, imparable en cada acción, se convirtió en el referente del Madrid, el jugador que resolvía cuando todo parecía complicarse. No estuvo solo en el brillo. Abalde, siempre eficaz en defensa, aportó en ataque con un triple y un 2+1 que ampliaron la ventaja. Por su parte, Campazzo dejó su sello con un 5 de 5 en tiros de dos y 6 asistencias, siendo uno de los mejores del equipo.Mientras tanto, el Unicaja seguía acumulando errores impropios: contragolpes fallidos, pérdidas de balón… Solo Kravish mantenía el tipo, tanto en la pintura como en los lanzamientos exteriores. Gracias a él, y pese al pobre nivel colectivo, los malagueños lograron mantener la desventaja por debajo de los diez puntos.Así se llegó al último cuarto (60-52). El Unicaja necesitaba un giro radical para tener alguna opción, pero el Madrid no lo permitió. Hezonja apareció en los momentos clave, y Deck volvió a la pista para consolidar una ventaja que, esta vez, se amplió de forma definitiva. Con el Unicaja ya vencido, el partido perdió intensidad, salvo por un conato de pelea entre Ostakowski e Ibaka, que deslució el final. El hispano-congoleño terminó descalificado junto a Ejim y Tyson Pérez.
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