zgoldner
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La provincia de Málaga es uno de los lugares donde encontramos los pueblos más turísticos de España, especialmente en la Costa del Sol. Es precisamente esta zona, es decir, los municipios de Nerja, Marbella o Torremolinos, la que se llena cada verano de turistas. Sin embargo, la belleza también acompaña en áreas del interior, por ejemplo, en Ronda. A poco más de 40 kilómetros se sitúa una localidad cuyo casco histórico está declarado como Bien de Interés Cultural.
Estamos hablando de Carratraca, una localidad con poco más de 700 habitantes, pero que acoge a todas esas personas que se animan a disfrutar de las aguas de su balneario. Este tipo de turismo cada vez está más extendido en nuestro país. De hecho, es una escapada perfecta para pasar unos días de desconexión en Navidad y disfrutar del descanso que proporciona estar en un lugar así.
El balneario de Carratraca
Este balneario capta un manantial situado en este término municipal. Se construyó bajo la orden de Fernando VII en el año 1847. No fue hasta 1855 cuando se inauguró y en 1869 se declaró de utilidad pública. Entre los siglos XIX y XX se convirtió en un lugar de recreo de la burguesía malagueña que empezó a practicar esta cultura de los baños terapéuticos y termales.
Tal y como explica la Diputación Provincial de Málaga sus aguas "son de mineralización media y muy dura, de facies hidroquímica bicarbonatada-sulfatada cálcico magnésica". Y añade: "La temperatura de surgencia es de 18ºC (clasificada como agua fría). El pH es neutro (7,0), la conductividad de 813 uS/cm, el residuo seco 738,9 mg/l y la dureza 478,3 mg/l de carbonato cálcico".
Qué ver en Carratraca
Quizás junto al propio balneario, de estilo neoclásico, uno de los puntos de mayor de interés de Carratraca es el casco urbano que, como hemos dicho anteriormente está declarado como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico. Aquí destaca la Casa de Trinidad Grund que actualmente es el Ayuntamiento. Se trata de un edificio de estilo neomudéjar que fue mandado construir en 1885. Originalmente era una casa de recreo para ella y su familia que pertenecía la alta burguesía malagueña.
Se trata de un recinto que estaba integrado por una torre de este mismo estilo que da acceso a todo el conjunto y una zona ajardinada. El color ocre resalta sobre los tonos blancos del resto de casas que componen el pueblo.
La iglesia de Nuestra Señora de la Salud también merece la pena ser visitada. Está construida sobre el solar de una antigua ermita y data del siglo XIX. En su interior encontramos tres naves que están separadas por arcos de medio punto, armaduras de madera y bóvedas semiesféricas que cubre el presbiterio y el camarín. Y es en este último lugar donde se sitúa la imagen de la Virgen de la Salud.
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