ruecker.kory
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La región de Occitania es una de las más infravaloradas de Francia, y es que esta zona del sur del país galo cuenta con auténticas maravillas que no muchos turistas en España conocen pero que sin lugar a dudas merece la pena visitar. Una de esas joyas escondidas es el Circo de Mourèze, un impresionante entorno que parece sacado de otro planeta y que dejará boquiabierto a cualquier amante de la naturaleza.
La Real Academia Española define un circo como una "depresión semicircular en un macizo montañoso, rodeada de paredes abruptas", lo que ya da una idea de la espectacularidad de este lugar en el corazón del parque geológico de Terres d'Hérault. Situado a dos horas de la frontera con España, este extraordinario espacio moldeado a lo largo de millones de años es una de las grandes maravillas naturales de Francia.
El Geoparque Terres d'Herault y su paisaje lunar
En el propio Portal de Turismo de Herault definen el aspecto del increíble geoparque como "a medio camino entre el paisaje lunar y un escenario de western", y es que el sublime Circo de Mourèze bien podría servir de localización para Interstellar que para El bueno, el feo y el malo. Por todo el entorno de 300 hectáreas hay esparcidas formaciones rocosas con extrañas formas creadas por la erosión, creando un "caos dolomítico" único en todo el planeta. Desde el Jurásico, la lluvia, las heladas y los temporales han ido esculpiendo este espacio durante millones de años.
La arena Grésou cubre casi todo este terreno a los pies del Monte Liausson, que al "protegerlo de los vientos del norte", como se dice en la web, hace que este visitar este paraje sea una experiencia inolvidable incluso en los meses de invierno. National Geographic apodó con el sobrenombre de 'la pequeña Montserrat' a este entorno en el que hay rocas con forma de 'esfinge', 'calaveras' y 'monos', entre otras. Para poder conocer todos sus encantos, lo mejor es hacer una ruta de senderismo.
Una sublime ruta de senderismo en el lago Salagou
En la citada web se recomienda a los visitantes completar una magnífica ruta circular hasta la cima del Liausson. El recorrido consta de más de siete kilómetros (aunque se puede enlazar con un camino más largo) con un desnivel de más de 400 metros, y a pesar de que se tarda en finalizar unas tres horas, merece mucho la pena: desde lo alto se tienen unas vistas panorámicas privilegiadas de otra de las joyas del geoparque, el extraordinario lago Salagou y la característica arena rojiza que lo rodea.
Las 'ruffas' son las áridas colinas de tonalidades rojas que se elevan a orillas de esta imponente masa de agua. Sus colores marcianos contrastan de manera radical con las formaciones geológicas del resto del Circo de Mourèze, lo que crea una contraposición similar a la que hay "entre Marte y la Luna". Sin duda, se trata de un enclave excepcional que no hace más que añadir espectacularidad a este entorno francés.
La joya arquitectónica del Circo de Mourèze
La principal población de todo el circo es la que da nombre al circo. Este pequeño pueblo, que cuenta con solo dos centenares de vecinos, se erige sobre una elevación del geoparque y transporta a los turistas que lo visitan directamente a la Edad Media, sobre todo a causa de sus calles empinadas y pedregosas y sus casas empedradas. La gran joya de la corona de la villa no es otra que la Iglesia de Santa María, del siglo XIII.
Este apasionante lugar de Occitania es sin duda uno de los enclaves más sorprendentes de toda Francia, y al estar a tan solo dos horas por carretera de la frontera con España, es un destino idóneo para hacer una escapada durante todo el año. Por ello, no dudes en viajar hasta el corazón de las Terres d'Hérault y adentrarte en un lugar único.
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