mayer.deion
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El Parlamento de Baleares ha dado luz verde a la entrada de menores en las corridas de toros que se celebren en la comunidad. El pleno de la cámara autonómica ha aprobado este martes, con los votos a favor de Vox y del PP, los cambios en la ley autonómica de bienestar animal que permiten la entrada de menores de 18 años en los espectáculos taurinos. A pesar de que la intención inicial de Vox era eliminar totalmente las restricciones para la entrada de los menores en las plazas, finalmente han aceptado una enmienda del PP para obligar a que los menores de 16 tengan que acudir acompañados de un adulto.
Los grupos de la izquierda han criticado duramente la medida, acusando al PP de “rendirse” a las exigencias de Vox con el único objetivo de recabar su apoyo a los Presupuestos de la comunidad para el año que viene. “Se pongan como se pongan, en Baleares no hay afición ni tradición taurina. Puede ser que en Madrid les aproveche comprar el ideario nacionalista folclórico de Vox y compartir pancartas”, ha dicho la diputada del PSIB-PSOE Irantzu Fernández, quien ha acusado del PP de introducir una enmienda en la proposición de ley para obligar a los menores de 16 años a asistir a las corridas acompañados de un adulto, con el único objetivo de contar con una coartada para argumentar entre sus filas “que sólo han vendido un poquito a los niños y sus derechos a cambio del presupuesto”.
En la misma línea ha argumentado la diputada de Més per Mallorca, Marta Carrió, que ha apelado a estudios como el elaborado por la Coordinadora de Profesionales de Prevención de Abusos que “dejan muy claro” que la visualización de espectáculos en donde se ejerce la violencia tiene efectos nocivos para la salud mental y el desarrollo. Para Carrió, no se trata de ejercer libertades sino de responsabilizarse de los derechos: “¿Vamos a defender a un padre que permita fumar a su hijo menor porque no cree que afecte a la salud? ¿vamos a defender a uno que le deje jugar a tragaperras o a un padre que considera que ver pornografía es la mejor manera de enseñar educación afectivo sexual?”.
Los grupos de la derecha han insistido en que la tauromaquia es un patrimonio cultural reconocido por ley al que la izquierda quiere negar el acceso. Sergio Rodríguez, diputado de Vox, ha acusado al bloque progresista de defender el aborto en menores sin el consentimiento familiar o abogar por el inicio de los tratamientos de cambio de sexo mientras intentan prohibir el acceso de los menores a los espectáculos taurinos. “Es curioso el sentido que tienen ustedes de la infancia y la adolescencia, es para hacérselo mirar”, ha espetado desde la tribuna. El PP ha acusado a PSIB-PSOE, Podemos y Més de intentar volver “a los años 70″ y, en boca de su diputada Cristina Gil, ha insistido en que no existen “evidencias científicas” que concluyan que se produce un menoscabo hacia los menores por presenciar espectáculos taurinos.
La medida ha salido adelante con 33 votos a favor del PP y Vox y 25 en contra de PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos. El Parlament aprobó en 2017 una ley para regular las corridas de toros que obligaba a que todos los espectáculos transcurrieran sin matar al animal. Se prohibía pinchar banderillas y matar al animal. En diciembre de 2018 el Tribunal Constitucional tumbó esta norma al considerar que los principales preceptos de la norma menoscababan la competencia estatal sobre patrimonio cultural inmaterial. Una temporada después, en verano de 2019, las corridas regresaron a Baleares en su formato tradicional, aunque se trata de una actividad que no tiene un arraigo acentuado en las islas. Ibiza, Menorca y Formentera no cuentan con ninguna plaza permanente, mientras en Mallorca son un puñado las localidades que celebran festejos taurinos, principalmente en verano, en plazas como las de Palma, Inca, Alcúdia y Muro.
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Los grupos de la izquierda han criticado duramente la medida, acusando al PP de “rendirse” a las exigencias de Vox con el único objetivo de recabar su apoyo a los Presupuestos de la comunidad para el año que viene. “Se pongan como se pongan, en Baleares no hay afición ni tradición taurina. Puede ser que en Madrid les aproveche comprar el ideario nacionalista folclórico de Vox y compartir pancartas”, ha dicho la diputada del PSIB-PSOE Irantzu Fernández, quien ha acusado del PP de introducir una enmienda en la proposición de ley para obligar a los menores de 16 años a asistir a las corridas acompañados de un adulto, con el único objetivo de contar con una coartada para argumentar entre sus filas “que sólo han vendido un poquito a los niños y sus derechos a cambio del presupuesto”.
En la misma línea ha argumentado la diputada de Més per Mallorca, Marta Carrió, que ha apelado a estudios como el elaborado por la Coordinadora de Profesionales de Prevención de Abusos que “dejan muy claro” que la visualización de espectáculos en donde se ejerce la violencia tiene efectos nocivos para la salud mental y el desarrollo. Para Carrió, no se trata de ejercer libertades sino de responsabilizarse de los derechos: “¿Vamos a defender a un padre que permita fumar a su hijo menor porque no cree que afecte a la salud? ¿vamos a defender a uno que le deje jugar a tragaperras o a un padre que considera que ver pornografía es la mejor manera de enseñar educación afectivo sexual?”.
Los grupos de la derecha han insistido en que la tauromaquia es un patrimonio cultural reconocido por ley al que la izquierda quiere negar el acceso. Sergio Rodríguez, diputado de Vox, ha acusado al bloque progresista de defender el aborto en menores sin el consentimiento familiar o abogar por el inicio de los tratamientos de cambio de sexo mientras intentan prohibir el acceso de los menores a los espectáculos taurinos. “Es curioso el sentido que tienen ustedes de la infancia y la adolescencia, es para hacérselo mirar”, ha espetado desde la tribuna. El PP ha acusado a PSIB-PSOE, Podemos y Més de intentar volver “a los años 70″ y, en boca de su diputada Cristina Gil, ha insistido en que no existen “evidencias científicas” que concluyan que se produce un menoscabo hacia los menores por presenciar espectáculos taurinos.
La medida ha salido adelante con 33 votos a favor del PP y Vox y 25 en contra de PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos. El Parlament aprobó en 2017 una ley para regular las corridas de toros que obligaba a que todos los espectáculos transcurrieran sin matar al animal. Se prohibía pinchar banderillas y matar al animal. En diciembre de 2018 el Tribunal Constitucional tumbó esta norma al considerar que los principales preceptos de la norma menoscababan la competencia estatal sobre patrimonio cultural inmaterial. Una temporada después, en verano de 2019, las corridas regresaron a Baleares en su formato tradicional, aunque se trata de una actividad que no tiene un arraigo acentuado en las islas. Ibiza, Menorca y Formentera no cuentan con ninguna plaza permanente, mientras en Mallorca son un puñado las localidades que celebran festejos taurinos, principalmente en verano, en plazas como las de Palma, Inca, Alcúdia y Muro.
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El Parlamento balear aprueba el regreso de los menores a las corridas de toros
Los menores de 16 años tendrán que asistir acompañados por un adulto. La oposición acusa al PP de rendirse ante las exigencias de Vox para poder aprobar los Presupuestos autonómicos
elpais.com