El paquetón fiscal

[Casey_Lebsack]

El cambalache fiscaloide del Gobierno con los socios de investidura es la demostración palmaria de que el único plan de Sánchez es mandar. A España ya le pueden ir dando. El presidente lleva mucho plomo en las alas a estas alturas de su viaje y se ha puesto a tiro del juez Peinado, pero quizá lo más grave de su mandato no es el sinfín de patrañas impunes que acumula, desde la amnistía al cupo catalán, ni la actividad frenética de la Justicia en la esquina de la autovía del Noroeste con Puerta de Hierro. Lo peor, sin duda, es su tambaleo ideológico, que le obliga a prometer un impuestazo a las energéticas cuando se sienta con Yolanda y a jurar que no lo va a aplicar jamás cuando le telefonea el prófugo desde Waterloo. Sánchez no puede tener un criterio porque si fija líneas rojas pierde el sillón. Se inventó el gran bulo de la legislatura, que fue llamar 'bloque de progreso' a la rebujina con la que tuvo que firmar su entronización, y desde entonces dedica todas sus horas a mover los cubiletes del trile con la mayor destreza posible. El pecado original no está, por cierto, en la palabra progreso, que obviamente es algo así como poner un cartel de pescadería en una tienda de zapatos. El infundio capital es la palabra bloque. Como esa mayoría de gobierno no existe o, peor aún, no tiene ninguna opción de existir jamás, Sánchez está secuestrado por las veleidades de sus amos, que por un lado son romanos y por otro cartagineses. Él es el blanco de todas las guerras púnicas de las minorías. Y así es imposible trazar un camino sereno hacia ningún sitio. Por eso hemos visto en el bazar del Congreso una subasta bochornosa para lograr los votos justos para gobernar. A estas alturas de legislatura sólo se han aprobado dos grandes medidas: la Ley de Amnistía, que en la campaña negó el sanchismo como san Pedro, y la reforma del consejo de RTVE, que salió adelante mientras la UME esperaba órdenes para actuar en la catástrofe de Valencia. «Si necesita más recursos, que los pida», le dijo el presidente a Mazón. Recuérdese. El resto de negociaciones en el Legislativo se han ido al garete siempre por la negativa de alguno de los actuales propietarios del PSOE , unas veces de Junts, otras veces del PNV, otras de Bildu, algunas de ERC, las más sangrantes de la mitad comunista del Gobierno.Pedro Sánchez no tiene capacidad en estos momentos de decidir el rumbo que debe tomar el país. No porque le distraigan sus problemas conyugales ni porque Aldama pueda tirar hoy de la manta. Este es el presidente con menos poder de la historia porque está sometido al capricho de los 55 escaños que le faltan para decidir. Ya dijo textualmente que él gobernará «con o sin el apoyo del Legislativo». Y eso no sólo significa que se pasa por el forro la división de poderes, sino que las necesidades de España le importan un bledo. Sánchez tiene al país bloqueado mientras intenta salvar su programa de impuestos en la feria del 'bloque de progreso'. El paquete fiscal es, por tanto, mentira . Lo único cierto en todo esto es el paquetón que le mete este Gobierno a la estabilidad y a la confianza en el sistema.

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