Opal_Turcotte
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Nadie está tranquilo. Nadie está a gusto. Atrás quedaron los relatos optimistas y vitalistas. Una punzante sensación de fragilidad se esparce por el mundo. Y la cultura no es ajena a todo esto: en 2024 se ejemplificará esa famosa frase de Shakespeare: “De lo que tengo miedo es de tu miedo”. Este año recién estrenado, el mundo de la cultura volverá a los vampiros, a los fantasmas y a los demonios que han poblado nuestras pesadillas desde hace siglos pero, afortunadamente y creativo como es, el mundo ha sembrado sin piedad nuevos temores en nuestra psique. El calentamiento global, la inteligencia artificial, las drogas, los totalitarismos, todos esos impactos se filtran en el inconsciente colectivo y (además de deprimirnos) cristalizan en obras con un elemento común: el terror.
Los miedos clásicos se materializarán en la gran pantalla. Y, así, volverá el alien en Alien: Romulus (miedo a la bestia, a lo desconocido), volverá el Joker en Joker: Folie à Deux (miedo al demente), volverán las criaturas delante de las cuales no podemos hacer ruido en Un lugar tranquilo 3 (miedo a la invasión violenta); el siempre interesante Robert Eggers se atreverá con el vampiro clásico con su remake de Nosferatu. Y no es el único monstruo clásico que vuelve: Yórgos Lánthimos retomará el mito de Frankenstein con ¡Pobres criaturas! Pero a esos miedos ancestrales debemos ir sumando los nuevos miedos de los que el cine se va nutriendo: los desiertos de Dune II o Furiosa: A Mad Max Saga nos recordarán la amenaza del cambio climático; Reino del planeta de los simios nos recordará la pandemia y la guerra, y si este año The Creator nos puso delante una batalla entre humanos e inteligencias artificiales, 2024 hará lo propio en un escenario caótico como Borderlands.
En 2023 no solo el miedo se coló en la cultura del mundo, sino que los peligros del mundo se colaron en la cultura con forma de terror. Así, de la misma manera que Mike Flanagan usó su serie La caída de la Casa Usher para homenajear a Poe pero también para denunciar la crisis de opiáceos que tantos estragos causa (este año, en Estados Unidos deja casi 80.000 muertos), Háblame, una de las mejores películas de miedo de esta cosecha, trazó una metáfora especular entre la ouija y el consumo de drogas. Esa línea seguirá en 2024 con series sobre narcotraficantes como Griselda.
Hablando de series, el año se estrenará con la nueva temporada de True Detective, con su ración de asesinatos y su deje existencial. De asesinatos irá también Reina Roja, la adaptación del superventas de Juan Gómez Jurado. Volverán los dragones de House of the Dragon y su metáfora sobre las armas de destrucción masiva. Y llegarán (o iniciarán su camino hacia la Tierra) los trisolarianos de El problema de los tres cuerpos. Los totalitarismos crecen y La Zona de Interés adaptará la novela de Martin Amis que nos lleva a un campo de concentración durante el más famoso de todos los totalitarismos. Ah, y tendremos evidentemente una ración de zombies, que vuelven con The Walking Dead: The Ones Who Live. Los infectados ya triunfaron en el año recién despedido con The Last of Us, que adaptaba el videojuego homónimo; pues en 2024 la serie Fallout adaptará el genial videojuego que se ambienta, claro, en una Tierra asolada por un apocalipsis nuclear. La sombra de la guerra lo opaca todo.
Hablando de videojuegos —quizá el medio que más y mejor transmite el terror hoy en día—, 2024 viene cargado: Stalker 2: Heart of Chornobyl, Vampire the Masquerade Bloodlines II o Little Nightmares III intentarán superar un listón que 2023 dejó muy alto con Alan Wake 2, a la espera del juego más deseado (y temido): la nueva versión del clásico Alone in the Dark. Pero el terror no acaba en la pantalla: habrá exposiciones (hasta hoy, 7 de enero, se puede visitar en Madrid la tan interesante como terrorífica Fake News: La fábrica de mentiras) sobre uno de los temas más candentes y terroríficos: la tecnología como amenaza. Sobre ello, sobre desinformación e inteligencia artificial, llegará también una avalancha de libros de ficción pero, sobre todo, ensayos (y, por primera vez, con el temor fundado de que alguno lo haya escrito directamente ChatGPT).
Guerras, pandemias, intelectos mecánicos que atacan a la humanidad y, en definitiva, monstruos. Quizá sea esa la palabra que mejor defina a la cultura en este arranque de 2024: monstruosa. Aunque bien pensado, este año para sentir pavor valdrá con cerrar el libro, salir del cine o apagar el televisor y abrir un periódico. Casi que dará igual qué sección nos pongamos a leer.
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Los miedos clásicos se materializarán en la gran pantalla. Y, así, volverá el alien en Alien: Romulus (miedo a la bestia, a lo desconocido), volverá el Joker en Joker: Folie à Deux (miedo al demente), volverán las criaturas delante de las cuales no podemos hacer ruido en Un lugar tranquilo 3 (miedo a la invasión violenta); el siempre interesante Robert Eggers se atreverá con el vampiro clásico con su remake de Nosferatu. Y no es el único monstruo clásico que vuelve: Yórgos Lánthimos retomará el mito de Frankenstein con ¡Pobres criaturas! Pero a esos miedos ancestrales debemos ir sumando los nuevos miedos de los que el cine se va nutriendo: los desiertos de Dune II o Furiosa: A Mad Max Saga nos recordarán la amenaza del cambio climático; Reino del planeta de los simios nos recordará la pandemia y la guerra, y si este año The Creator nos puso delante una batalla entre humanos e inteligencias artificiales, 2024 hará lo propio en un escenario caótico como Borderlands.
En 2023 no solo el miedo se coló en la cultura del mundo, sino que los peligros del mundo se colaron en la cultura con forma de terror. Así, de la misma manera que Mike Flanagan usó su serie La caída de la Casa Usher para homenajear a Poe pero también para denunciar la crisis de opiáceos que tantos estragos causa (este año, en Estados Unidos deja casi 80.000 muertos), Háblame, una de las mejores películas de miedo de esta cosecha, trazó una metáfora especular entre la ouija y el consumo de drogas. Esa línea seguirá en 2024 con series sobre narcotraficantes como Griselda.
Hablando de series, el año se estrenará con la nueva temporada de True Detective, con su ración de asesinatos y su deje existencial. De asesinatos irá también Reina Roja, la adaptación del superventas de Juan Gómez Jurado. Volverán los dragones de House of the Dragon y su metáfora sobre las armas de destrucción masiva. Y llegarán (o iniciarán su camino hacia la Tierra) los trisolarianos de El problema de los tres cuerpos. Los totalitarismos crecen y La Zona de Interés adaptará la novela de Martin Amis que nos lleva a un campo de concentración durante el más famoso de todos los totalitarismos. Ah, y tendremos evidentemente una ración de zombies, que vuelven con The Walking Dead: The Ones Who Live. Los infectados ya triunfaron en el año recién despedido con The Last of Us, que adaptaba el videojuego homónimo; pues en 2024 la serie Fallout adaptará el genial videojuego que se ambienta, claro, en una Tierra asolada por un apocalipsis nuclear. La sombra de la guerra lo opaca todo.
Hablando de videojuegos —quizá el medio que más y mejor transmite el terror hoy en día—, 2024 viene cargado: Stalker 2: Heart of Chornobyl, Vampire the Masquerade Bloodlines II o Little Nightmares III intentarán superar un listón que 2023 dejó muy alto con Alan Wake 2, a la espera del juego más deseado (y temido): la nueva versión del clásico Alone in the Dark. Pero el terror no acaba en la pantalla: habrá exposiciones (hasta hoy, 7 de enero, se puede visitar en Madrid la tan interesante como terrorífica Fake News: La fábrica de mentiras) sobre uno de los temas más candentes y terroríficos: la tecnología como amenaza. Sobre ello, sobre desinformación e inteligencia artificial, llegará también una avalancha de libros de ficción pero, sobre todo, ensayos (y, por primera vez, con el temor fundado de que alguno lo haya escrito directamente ChatGPT).
Guerras, pandemias, intelectos mecánicos que atacan a la humanidad y, en definitiva, monstruos. Quizá sea esa la palabra que mejor defina a la cultura en este arranque de 2024: monstruosa. Aunque bien pensado, este año para sentir pavor valdrá con cerrar el libro, salir del cine o apagar el televisor y abrir un periódico. Casi que dará igual qué sección nos pongamos a leer.
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El miedo al futuro vertebrará la cultura en 2024
A los temores y los monstruos clásicos se suman pandemias, inteligencias artificiales y totalitarismos que confrontarán la humanidad en la ficción
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