Ransom_Borer
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Cada principio de año toca calcular de nuevo las retenciones de IRPF en la nómina que la empresa aplicará cada mes. Esas retenciones son un adelanto que se hace a la Agencia Tributaria a cuenta del resultado del IRPF. Si las retenciones están bien calculadas, no habrá que pagar impuestos al hacer la renta porque ya se habrá anticipado todo el dinero necesario.
Sin embargo, lo habitual es que no sea así. El cálculo de las retenciones de IRPF no es una ciencia exacta, ni tiene en cuenta todas las variables de la renta, como las deducciones que puedes aplicar y otras estrategias para pagar menos impuestos.
La traducción es que el resultado de la renta normalmente será distinto a lo que te han retenido. Si al final te retuvieron de más, te devolverán la diferencia y si te retuvieron de menos, tendrás que pagar tú.
Aunque los economistas difieran, lo que la mayoría de personas busca al enfrentarse a la renta es la tranquilidad de saber que no tendrán que pagar y eso se consigue ajustando las retenciones de IRPF.
Cómo se calculan las retenciones de IRPF
La primera clave para determinar el IRPF mínimo en nómina para que la Renta no te salga a pagar en 2025 es tener claro cómo se calculan las retenciones.
Las retenciones de la nómina dependen de tu salario, situación personal y familiar y del tipo de contrato y su duración.
Por ejemplo, los contratos temporales solo tienen una retención del 2% y así es fácil que después el resultado de la renta salga a pagar. Lo mismo ocurre con otros casos especiales como cuando tienes dos trabajos o te cambias de empleo a mitad de año, como veremos más adelante.
Más allá de estas situaciones, lo que determina cuánto te retendrán son las tablas de IRPF, que funcionan de forma progresiva y son las siguientes:
- Desde 0 hasta 12.450 euros: retención del 19%.
- Desde 12.450 hasta 20.199 euros: retención del 24%.
- Desde 20.200 hasta 35.199 euros: retención del 30%.
- Desde 35.200 hasta 59.999 euros: retención del 37%.
- Desde 60.000 hasta 299.999 euros: retención del 45%.
- Más de 300.000 euros: retención del 47%.
Hay que recordar que el IRPF se divide en una parte estatal y otra autonómica. Estas tablas representan la parte estatal y, por lo tanto, solo el 50% del resultado del IRPF.
A partir de ahí, cada comunidad autónoma puede establecer sus propios tramos de la renta (la mayoría lo hacen).
El límite exento de tributar y las retenciones
El IRPF incluye un límite exento de tributar de 15.876 euros, en línea con el Salario Mínimo Interprofesional o SMI actual y cuya subida todavía se tiene que confirmar.
Si finalmente el SMI aumenta un 5% hasta los 1.190,7 euros al mes, podría subir también el límite exento hasta los 16.666,8 euros, aunque eso es algo que está todavía por determinarse.
Gracias a este mínimo exento en el IRPF, quienes ingresen menos de esa cantidad no tendrán retenciones de IRPF o se les aplicará el mínimo del 2%.
Si esas personas estuviesen obligadas a declarar, el resultado podría ser a pagar. Lo que ocurre es que los contribuyentes con rentas por debajo de ese umbral no suelen tener que presentar el IRPF.
En este sentido, recuerda que el límite para estar exento de hacer la renta es de 22.000 euros con un solo pagador o 15.000 euros con dos o más pagadores si se ha cobrado más de 1.500 euros del segundo y siguientes pagadores.
Además, quienes sumen más de 1.600 euros de beneficios con sus inversiones o de 1.000 euros de rentas inmobiliarias imputadas, también deberán hacer la renta.
¿Qué porcentaje de retención necesitas para no pagar en la renta?
La respuesta dependerá de tu situación personal. La realidad es que no existe un porcentaje universal válido para todo el mundo porque el IRPF depende de tus circunstancias personales.
Si quieres dar con tu cifra, solo tienes que:
- Preguntar a tu empresa por tu retención o utilizar el simulador del modelo 145 de Hacienda para averiguarla.
- Usar el simulador de la renta de la AEAT para adelantar cuál sería el resultado del IRPF.
- Pedir que te aumente la retención de IRPF para cubrir la diferencia entre ambos.
Esta es la fórmula básica. Además, hay un caso especial donde seguro que la renta te saldrá a pagar: cuando tienes dos empleos o has cambiado de trabajo.
Lo que ocurre en estos casos es que cada empresa calculará la retención en la nómina en base al salario que te paga, no al agregado de todos tus ingresos. Como resultado, la retención siempre será menor y el resultado del IRPF a pagar.
¿Conviene ajustar la retención para no pagar a Hacienda?
Desde un punto de vista estrictamente financiero la respuesta es negativa.
Las retenciones son un adelanto de dinero a Hacienda a coste cero. Piensa en ello como un préstamo sin intereses que haces a Hacienda o como un depósito con el que tampoco te pagan intereses. ¿Prestarías dinero al banco en esas mismas condiciones?
Además, ese dinero que mantengas en tu bolsillo podrás rentabilizarlo a través de productos como cuentas remuneradas o fondos monetarios.
Entonces, ¿por qué tantas personas prefieren que el IRPF no salga a pagar a costa de aumentar la retención? Se trata más de la tranquilidad mental de no tener que enfrentarse a un pago a mitad de año.
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