El hotel más estrecho del mundo está en Granada... y seguirá estando

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27 Sep 2024
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Para que algo o alguien obtenga un Récord Guinness , es necesario que haya obtenido un logro o tenga una cualidad «medible, verificable y universal». El Hotel Molinos está en la calle del mismo nombre, en el céntrico barrio granadino del Realejo, y ostenta uno porque se ha verificado y medido que es el más estrecho del mundo. Su historia arranca en 1995, cuando un estrecho edificio de esa calle quedó vacío. Su nuevo dueño, Manuel Escribano , lo adquirió pensando en hacer viviendas, pero poco después cambió de opinión y decidió construir un hotel. En principio era para arrendarlo, pero más tarde optó por gestionarlo él mismo. Por entonces ya sabía que era estrecho, porque es algo que salta a la vista, no hay más que verlo para darse cuenta, pero desconocía que no había otro en el mundo tan angosto. Un día, cuando su negocio llevaba poco tiempo abierto, leyó en una revista que a otro hotel le habían dado un premio por ser el pequeño del mundo. Y se le encendió la lucecita. Después de hacer las mediciones, llamó a los verificadores de Guinness y éstos certificaron que, con sus cinco metros y veinte centímetros en su parte más ancha, el Hotel Molinos es el más estrecho del planeta. Así que, en 1996, obtuvo su diploma , que está orgullosamente colgado en la puerta. Eso no significa que de golpe y porrazo pase de su estrella de ahora a cuatro, pero da caché.acceso a la recepción y, a la izquierda, diploma acreditativo del Record Guinness g. ortegaEn ese espacio caben nueve habitaciones y, en una ciudad turística como Granada, es muy fácil llenarlas. El Hotel Molinos, nunca mejor dicho, se ha quedado pequeño. Tanto, que el dueño vio el cielo abierto cuando, en noviembre de 2023 , comenzaron a demoler el edificio contiguo, uno de los más antiguos de la calle, del siglo XVIII. Era un inmueble también bastante estrecho, que llevaba dos décadas en estado casi ruinoso y que tenía como singularidad el detalle de que sobresalía de la acera , con lo que impedía una vista amplia de la calle. Al desaparecer, ahora se puede ver algo mejor pero no todo lo bien que los vecinos querrían, porque unas vallas tapan la planta baja y la ansiada alineación todavía no se ha logrado. Se han encontrado allí unos restos arqueológicos , según los primeros indicios de escaso valor, pero hasta que no se haga un informe definitivo no podrá comenzar la obra de construcción del nuevo edificio, que tendrá un uso residencial. A cambio del trozo de acera que pierde, ganará una planta. Lo ha adquirido una empresa ubicada en la localidad contigua de Armilla y eso va a impedir al hotel cualquier plan de expansión. «Si se nos hubiera puesto a tiro, lo habríamos intentado , pero no ha sido posible», confiesa el gerente del hotel, que admite que eso, sin embargo, habría puesto fin a su condición de hotel más estrecho del mundo. Como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. El cartel de la puerta no habrá que quitarlo, los clientes llegarán precedidos por esa fama y hasta los grupos turísticos , que a veces, mientras visitan el barrio, paran allí, seguirán haciéndose fotografías. Granada seguirá en posesión de un Récord Guinness muy especial, del que los vecinos del Realejo se sienten orgullosos.

 

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