ibeahan
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La Comisión Europea presenta este martes el llamado Paquete de Otoño del Semestre Europeo, que este año incorpora la evaluación de los diferentes planes fiscales y estructurales presentados por los estados miembros en virtud de las nuevas reglas fiscales. España remitió a Bruselas el pasado 15 de octubre esta 'hoja de ruta' a cuatro años -que diluye el ajuste necesario a siete años a cambio de reformas e inversiones- con la que pretende reconducir la deuda pública hacia un nivel sostenible en el medio plazo.
El Ejecutivo comunitario dará a conocer ese dictamen a la espera de que el Gobierno español le envíe también el borrador presupuestario con las medidas concretas que aplicará el año que viene. Ese documento, del que la Comisión emitirá una evaluación al margen, debe obrar en su poder un mes antes de que las cuentas públicas de 2025 estén aprobadas -como muy tarde-. De momento no ha habido avances en este sentido, como reconocen fuentes próximas al Ejecutivo.
A finales de septiembre el Gobierno retiró la tramitación en el Congreso de los Diputados de la senda de estabilidad, el límite de déficit y deuda de cara a los próximos tres años, para evitar un duro revés ante la falta de apoyos suficientes para sacarla adelante. Renunció a presentarla en el plazo legal (antes del 1 de octubre) después de amenazar Junts con tumbarla. Desde entonces distintas voces dentro del Ejecutivo de coalición han rechazado la posibilidad de prorrogar un año más las cuentas de 2023, actualmente en vigor.
La situación ha cambiado algo después de que la pasada semana el Gobierno consiguiese sacar adelante su reforma fiscal y la ley que transpone la directiva europea para fijar un tipo mínimo a las multinacionales, aglutinando los apoyos de Podemos, ERC, Bildu, BNG, PNV y Junts.
La clave, el gasto primario neto de medidas fiscales
Por lo pronto, Bruselas da a conocer hoy si acepta el compromiso del Ejecutivo de Pedro Sánchez de que el llamado 'gasto primario neto de medidas fiscales' (que es la referencia clave con el nuevo marco fiscal) no crezca por encima del 3% de media entre 2025 y 2031. En principio, la Comisión recomendó a España que este no se elevase más allá del 2,8%. Esa tasa habría aumentado al 5,3% este año y al 4,7% el anterior, lo que da idea del esfuerzo que se exige al país.
La consolidación sería de unos 42.000 millones de euros en el periodo citado, el equivalente a cuatro décimas de PIB, y permitiría situar el déficit en el 0,8% al final de este (se reduciría prácticamente a la mitad en apenas cuatro años) y contribuir a que la ratio de deuda pública se reduzca paulatinamente hasta el 76,8% de cara a 2041. El pasivo del conjunto de Administraciones cerró el tercer trimestre en el 104,4%, según el Banco de España (BdE).
Las previsiones de crecimiento para el país son positivas -las han mejorado todos los organismos a nivel nacional e internacional- y a esto se suma la recaudación 'extra' proveniente de las nuevas medidas aprobadas 'in extremis' el pasado jueves en la Cámara Baja (en su Plan Fiscal y Estructural el Gobierno se comprometió con Bruselas a un alza tributaria de 4.500 millones el año que viene), así como la retirada del 'escudo anticrisis'.
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