schaden.bryce
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EN la historia económica de Sevilla se han sucedido tres ingenieros industriales llamados Dámaso Quintana. El primero llegó de Zaragoza tras la Guerra Civil. Fue un alto directivo de Sevillana de Electricidad y colaboró en la fundación de la Escuela de Ingenieros Industriales, uno de los mayores polos de creación de talento de esta ciudad. El segundo Dámaso Quintana, su hijo, fue un ejecutivo internacional en IBM. Estuvo al frente de esta compañía informática en Andalucía en 1992. Y su hijo, el tercer Dámaso Quintana, estudió entonces séptimo y octavo de EGB en Tabladilla durante aquellos años de la gestación y celebración de la Expo, y hace una década regresó al Sur de España para forjar un gigante industrial con sede en Andalucía.En la noche del pasado jueves –al recibir el premio EY al Emprendedor del Año en el Hotel Alfonso XIII– Quintana compartió su historia (y un deseo). Rememoró su gran salto adelante, allá por 2013, cuando –con el respaldo de la familia Ruiz Rubio– adquirió la empresa cordobesa de transformación de cobre Cunext Copper, que había pertenecido en los años ochenta a su abuelo materno (un industrial de origen vasco). Lo hizo con dos máximas: la economía en Europa no crece, por lo que la única forma de expandirse era mediante la adquisición de otras empresas; y en el sector industrial existen enormes oportunidades en compañías mal valoradas debido a crisis coyunturales. Con esa filosofía comenzó a entrar en firmas sinérgicas con Cunext, como Haizea Wind (fabricante de torres eólicas) y Esnova Racks (productora de estanterías de acero para centros logísticos como los de Amazon). Además, tomó participaciones en compañías como Arteche (especializada en equipos eléctricos).El resultado ha sido extraordinario: en una década, partiendo de la fábrica de Córdoba, Dámaso Quintana ha construido una corporación con un volumen de negocio de 3.000 millones de euros y presencia industrial en Italia y Estados Unidos. En cada adquisición no solo vio una oportunidad empresarial, sino también una forma de preservar tejido productivo. Su estrategia ha estado guiada por la convicción de que es necesario crecer continuamente –en tamaño, competencias y mercados– para ser competitivo. ¿Y su deseo? 'Dámaso Quintana 3.0' lanzó un reto ante una nutrida concurrencia de empresarios: Andalucía debe tener en 2040 tantas compañías cotizadas como Cataluña, dado que «es lo que le corresponde por población y tamaño del PIB». Es un objetivo voluntarioso, pero lo plantea un emprendedor que ha logrado construir una de las grandes corporaciones de Andalucía en apenas una década. La evolución de Cunext Copper es el paradigma de que sí es posible soñar con otra dimensión.
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