hettinger.alexie
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Inasequible al desaliento. Un pinchazo de proporciones estratosféricas de su utopía Megalópolis, una superproducción de 120 millones de dólares pagadas de su propio bolsillo, estrenada a finales de septiembre y que solo ha dado migajas en taquilla con apenas 13,7 millones en cines, habría sumido a cualquier director en una profunda depresión. Pero Francis Ford Coppola, a sus 85 años, esto le importa un bledo y quiere culminar su gran carrera cinematográfica no con una sino con dos películas muy personales, las que desea hacer, sin importarle si gustan en taquilla o a la crítica.
El primero de estos dos proyectos largamente acariciados durante años sería Glimpses of the Moon, basada en una novela de Edith Wharton y traducida entre nosotros como Los reflejos de la luna. Una adaptación que Coppola ya califica como "un musical muy extraño, al estilo de los años 30" y un argumento que nos recuerda al de otro de sus grandes fracasos comerciales, el de Corazonada de 1982, que también le puso en bancarrota. Sería también la historia de una pareja que decide dejar su relación por la vía amistosa, pero descubriendo que estar separados no es tan fácil como esperaban.
Además de la novela de Wharton, otra fuente de inspiración sería la comedia clásica de 1937 La pícara puritana protagonizada por Cary Grant e Irene Dunne y que le valió el Oscar a su director, Leo McCarey.
Pero, a esta información que ya conocíamos, hay que sumarle una novedad más, y es que su intención es pasar la Navidad junto a su familia para inmediatamente después trasladarse a Londres y ponerse manos a la obra con el rodaje, según ha revelado en una entrevista con The Washington Post. También ha avanzado que, visto que Megalópolis no le ha aportado más que pérdidas, la financiación de la película sería "convencional", es decir, en buena parte gracias a la ayuda de créditos nacionales para rodajes y que de ninguna forma será una producción barata.
Lo curioso es que, pese a sus intenciones de empezar a rodar en pocas semanas, todavía no se ha avanzado ningún nombre sobre el que sería su reparto protagonista. Y por si no queda claro que Coppola, además de llevar a cabo esos proyectos tan ansiados sea como sea, sin reparar en gastos, tampoco parece muy preocupado por dejar ni un centavo a sus herederos, pues su siguiente proyecto tras Glimpses of the Moon sería Distant Vision, que ha calificado de "inmensa", también de "mucho más difícil de hacer que Megalópolis" y, por supuesto, aún más cara.
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