Los inversores apuran las dos últimas semanas de diciembre para tratar de cerrar las operaciones de compra de hoteles que llevan arrastrando durante meses. Y las dos últimas han tenido dos denominadores comunes: operaciones muy voluminosas en precio y activos situados en Tenerife (Canarias), una de las zonas que está concitando la atracción de fondos institucionales en busca de oportunidades.
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