El fin de año de Sergio Peris-Mencheta: un importante mensaje, un próximo reto y un nuevo destino

fred78

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El actor y director teatral Sergio Peris-Mencheta despedirá un 2024 lleno de sinsabores para él, pero también el año en el que expuso al mundo su inquebrantable coraje y sus ganas de luchar por la vida . Ahora, próximo a la despedida del curso, alumbra su futuro con un importante mensaje, un próximo reto y un nuevo destino . Casi nada.Fue a comienzos del mes de diciembre cuando su mujer, Marta Solaz, actualizaba su estado de salud después de una etapa muy complicada y una lucha llena de determinación. Tras afrontar un trasplante de médula, parece que la calma vuelve a su vida , a juzgar por la sensación que transmite el propio Sergio Peris-Mencheta en su última imagen 16 días después de su anterior instantánea en redes sociales.Noticias relacionadas Sergio Peris Mencheta y Juan Diego Botto vuelven al Teatro Central de Sevilla con una obra sobre la inmigración Qué Plan Sergio Peris-Mencheta asegura estar preparado para morir: «Cumplo vida. Y os llevo conmigo a la siguiente» Rocío F. de BujánEl actor reside actualmente en Estados Unidos, el país en el que aborda su específico tratamiento, aunque de vez en cuando viaja a España. Y ha sido precisamente en su viaje a Madrid donde ha mostrado una tierna imagen junto a su mascota , fiel compañera antes y después de que le diagnosticaran un cáncer. «Madrid, aquí vamos», escribe Sergio Peris-Mencheta mientras se mira frente a un cristal, probablemente de un tren. El intérprete aparece con buen aspecto , cubierto por una gorra mientras suena la música y con la única compañía de su mascota.El amor de su mujerMarta Solaz es la mujer con la que comparte su vida desde hace más de 20 años y quien ha seguido más de cerca su evolución durante este año tan terrible. «Seis meses. Justo el día de Acción de gracias y no se me ocurre una acción mejor que la de dar las gracias», publicaba hace unas semanas coincidiendo con el tiempo transcurrido desde que Sergio Peris-Mencheta se cometía a aquel trasplante de médula ósea en el Hospital City of Hope Medical Center. La crucial operación fue un éxito, pero la recuperación y el tratamiento están siendo durísimos a todos los niveles, desde el físico al anímico. «Mudo perdido, diarreico, con una llaga por boca, dolor de huesos, de cabeza, 6 días con alimentación por vía, fabricando saliva como para una empresa de siliconas, ojos secos. Mi mundo interior se expresa así básicamente », relató horas después de la intervención sin dejarse nada dentro.Dentro de lo que cabe, la evolución está siendo satisfactoria, principalmente porque él ha puesto todo de su parte para que así sea. «Me encuentro bien ahora mismo. Cuando digo 'ahora mismo' es que es así, porque esto es un momento a momento. De repente te encuentras bien y de repente, pues hecho polvo. Me gusta decir que me he enfrentado más que nunca a la vida, pero también que me he enfrentado más que nunca a la muerte . Aun así, todo esto me ha ayudado a darle a la vida el valor que merece», expuso con toda crudeza en 'Onda Cero'.«Empieza el baile»Sergio Peris-Mencheta ha afrontado con todo el coraje cada consecuencia y obstáculos que le vaya ofreciendo el tratamiento que sigue. El reto está lanzado y él conoce el destino, que no pasa por nada que no sea seguir batallando.«Empieza el baile. Con una mezcla de miedo y esperanza, de ganas y susto, de sentirme muy bien acompañado en la aventura y rematadamente solo en el proceso. Hoy me siento bien y con fuerzas, pero dicen que en unos días el 'acondicionamiento' para el trasplante pasará factura. Hoy me encuentro sano y con energía, pero sé que la radiación y la quimio que tengo por delante te pasan por encima como una apisonadora. Hoy sonrío. Pero mañana también. Vamos a por ello», ha dicho.Su último mensaje en su muro de Instagram no podía ser más explícito: «Estoy aquí. Estoy vivo. Y la vida es la hostia. Me falta aún mucho para encontrarme bien, y sé que no volveré nunca a ser el de antes. Pero esta foto y este tema reflejan mis ganas de vivir y de comerme la vida a bocaos ».

 

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