El equipo de fútbol de barrio que ha rescatado 500 animales del barro

Trey_Ritchie

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Desde el día después de las inundaciones , el campo del Sporting Benimaclet es un ir y venir constante de mascotas. Una jugadora del equipo femenino que ya colaboraba con una protectora de la zona planteó que podían ayudar rescatando a animales perdidos en el lodo. Dicho y hecho. Han tenido tanto éxito que no les ha dado tiempo ni a bautizar a los rescatados: en diez días han encontrado un hogar, definitivo o temporal, a más de 500. Y no solo perros y gatos, sino también caballos, gallinas, burros, avestruces e incluso jabalíes. De hecho, solo los más curiosos tienen nombre: la jabalí 'Trini' y la tortuga 'Michelangelo', que, por cierto, sigue buscando dueño. «Al principio pensábamos que íbamos a tener unos cuantos animales y vaciamos los barracones que usamos como vestuario para que pasasen aquí un tiempo. Porque nosotros como equipo estamos abandonados, nuestro campo es el único de Valencia que sigue siendo de tierra, pero pensamos que teníamos que ayudar», cuentan Carlos y Alba, dos jugadores del Sporting Benimaclet. «En cuanto lo propusimos, la directiva, los futbolistas y el barrio entero se volcaron. Hasta tres organizaciones scouts vinieron a levantar unas carpas. Hemos montado un campamento militar sin militares». Simplemente difundiendo su idea por las redes sociales del club, el primer día ya tenían pienso de sobra. Basta echar un vistazo al campo para ver que el pueblo se ha volcado: hay cientos de correas, bebederos, juguetes y comida almacenados dentro de las grandes tiendas que ocupan lo que antes debía ser la grada a pie.Noticia Relacionada estandar Si La izquierda valenciana se recupera con el dolor de la DANA Toni JiménezMientras los organizadores explican cómo dieron sus primeros pasos, llegan al campo del Benimaclet en dos pequeños transportines dos gatitos y dos pequeños galgos recién rescatados, aterrorizados. «Tenemos un equipo con una docena de personas que coordina los rescates. Ellos detectan las distintas necesidades que hay, cómo se puede acceder a la zona… Al principio era un caos, claro. El domingo pasado, que empezó a llover, fue muy duro. Teníamos un rescate de un caballo, pero al ver las alertas tuvimos que darnos la vuelta, no podíamos poner a la gente en peligro. A la mañana siguiente cuando fuimos el animal ya había fallecido. No siempre llegamos a tiempo», lamentan estos voluntarios.Mikel PonceAhora, reconocen estos jugadores mientras los veterinarios examinan a los gatos, el número de llegadas ha bajado, porque están en un punto en el que no pueden atender todos los casos. Y no por falta de voluntad, sino porque no pueden entrar en propiedades privadas: «Nos llama gente que sabe que su vecino ha muerto y tenía una mascota que ahora está sola, pero nosotros no podemos acceder a su casa. En esos casos llamamos a las autoridades». Cuando los animales se han tranquilizado, dando un paseo o jugando con los voluntarios por el campo de fútbol, hay un equipo de etólogos, veterinarios y educadores caninos, todos voluntarios, que hacen un triaje al animal en los barracones-vestuarios, convertidos en pequeñas clínicas improvisadas, y crean una pequeña ficha. Al principio, a algunos los derivaban a clínicas o a refugios, pero el volumen de mascotas que pasan por sus manos hace que, una semana después, sea imposible para otras protectoras aceptarlos. Otras, como Modepran (Carlet) han sido también afectadas por el paso de la DANA . Durante el análisis, comprueban si el animal tiene dueño. Si es así, tratan de contactar con él y le ofrecen en cualquier caso un hogar de acogida temporal. Al principio, relatan Alba y Carlos, había familias que lo habían perdido todo y no podían siquiera hacerse cargo de su mascota, con el dolor añadido que eso supone. «Hoy muchos ya se han reencontrado», afirman satisfechos.M. PonceDesbordadosTienen la suerte de que ninguna mascota suele pasar más de uno o dos días en esta protectora improvisada, pues cuentan con cerca de 1.300 familias que se han ofrecido para acogerlos de forma temporal o definitiva. «A cada uno, durante el registro, les hacemos un cuestionario sobre los miembros de la familia, su experiencia con animales…», detallan. Ellos echan más de doce horas al día en el campo: «Si los animales llegan a última hora de la tarde y la familia de acogida no puede recogerlos hasta la noche, por ejemplo, mientras aquí estamos».MÁS INFORMACIÓN noticia Si Así viven las catástrofes los que están al mando noticia No Testigo directo Cómo vi deshacerse mi antigua casaCon todo, reconocen, están en un punto en el que no saben cómo continuar con su labor: «Ahora necesitamos que nos rescaten a nosotros. Desde la Consellería nos dijeron simplemente si necesitábamos pienso. Y lo que necesitamos son respuestas, que alguien a nivel profesional tome las riendas de esto. Nosotros al final somos jugadores de fútbol, voluntarios», concluyen.

 

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