Velda_Harber
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Karl Friedrich Louis Dobermann, un recaudador de impuestos del centro de Alemania en 1880, probablemente no era la visita más querida por sus conciudadanos. Además de su trabajo como cobrador fiscal, también se desempeñaba como vigilante nocturno y administrador de una perrera local.
Cansado de la hostilidad y preocupado por su seguridad personal, Dobermann decidió que necesitaba un compañero que lo protegiera en sus rondas. Así surgió la idea de crear una nueva raza de perro que combinara fuerza e inteligencia. Para ello, seleccionó a los mejores perros de la perrera, aunque aún hoy no se tiene certeza absoluta sobre las razas implicadas. Se sabe que contribuyeron los ancestros de los pastores alemanes, los rottweilers, los bracos de Weimar y, probablemente, el pinscher alemán.
Tras el fallecimiento de Karl Friedrich en 1894, los criadores de la época decidieron honrarlo bautizando a la raza como dobermann pinscher. Sin embargo, unas décadas más tarde, la palabra pinscher, que en alemán significa terrier, fue eliminada por considerarse inapropiada. Mientras que en Europa el término dejó de usarse, en Estados Unidos y Canadá se mantuvo, aunque con una pequeña variación en el apellido, al que se le retiró una 'n' final.
El éxito del ‘perro del recaudador de impuestos’
Aunque la idea inicial de la raza fue obra de Karl Friedrich Louis Dobermann, el éxito y desarrollo del dobermann como lo conocemos hoy se debió en gran parte a su amigo Otto Göller. Cinco años después de la muerte de Dobermann en 1894, Göller fundó el primer club de la raza, además de colaborar en la redacción del primer estándar. Su criadero, conocido como von Thuringen, llegó a albergar alrededor de 80 perros, muchos de los cuales fueron exportados a otros países, contribuyendo a la difusión y popularidad de la raza.
El dobermann de aquella época, sin embargo, difería significativamente del que conocemos hoy en día. Fue a inicios del siglo XX cuando la raza comenzó a tomar su forma actual gracias a la incorporación de otras razas al programa de cría, como el Manchester terrier de color negro y fuego y el galgo inglés, que aportaron ciertas características físicas y de comportamiento.
La presentación formal de la raza se realizó en 1897, en la exposición canina de Erfurt, y rápidamente adquirió una reputación internacional por sus habilidades como perro de trabajo versátil. El dobermann demostró ser excelente en roles de perro policía y militar, perro de caza, de terapia, y de búsqueda y rescate, lo que favoreció su popularidad, especialmente en Estados Unidos y durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, pese a que llegaron a ser el perro de guerra oficial de los Marines de Estados Unidos, estuvieron al borde de la extinción tras el conflicto bélico. La cría de perros de raza no era una prioridad en un país como Alemania, con ciudades destruidas y un gran número de bajas humanas y caninas. Esto llevó a que durante casi una década, no se registraron camadas, poniendo en riesgo la continuidad de la raza, que sobrevivió gracias a los ejemplares exportados a Estados Unidos.
Equilibrados, obedientes y cariñosos
Lo que alguna vez fue un perro de defensa tosco y esencialmente funcional ha evolucionado para convertirse en un compañero versátil y equilibrado, con un carácter que combina protección y afecto.
Los dobermann son enérgicos y decididos, y poseen una inclinación natural hacia la protección de su familia y entorno. Es muy importante recalcar que son extremadamente receptivos, atentos e intuitivos, capaces de percibir el estado emocional de su guía, lo que incluye la detección de posibles amenazas. En el hogar son divertidos, cariñosos y dependientes de su núcleo familiar, lo que significa que necesitan compañía y no les gusta quedarse solos durante largos periodos. Pese a su reputación y su aspecto, no son animales para vivir a la intemperie ni para ser ignorados; requieren tiempo, atención y actividades compartidas, ya que disfrutan enormemente del juego y del ejercicio.
En el ámbito de la educación y el adiestramiento, el dobermann es reconocido por ser una de las razas más predispuestas al aprendizaje, lo que los convierte en candidatos ideales para una amplia gama de deportes caninos, incluso aquellos que inicialmente no se relacionarían con un dóberman, como el rastreo o el pastoreo urbano.
De forma natural, los dobermann tienen una cola larga y orejas caídas. Aunque la práctica de amputar la cola y modificar quirúrgicamente las orejas persiste en lugares como Estados Unidos, Canadá y China, en España está prohibido desde 2018, tras la entrada en vigor del Convenio Europeo sobre Protección de Animales de Compañía.
Para ampliar información sobre criadores que trabajan con estándares éticos y sanitarios, incluyendo la prevención de enfermedades hereditarias, se recomienda contactar con la Asociación Española Amigos del Dobermann, entidad colaboradora de la Real Sociedad Canina de España. Es fundamental recurrir a criadores responsables que cumplan con las condiciones de bienestar animal y ofrezcan garantías de salud.
Es igual de importante evitar la compra de cachorros a través de plataformas de anuncios en línea o a precios sospechosamente bajos, ya que estas ofertas suelen estar asociadas a granjas de cría sin escrúpulos que no cumplen con las mínimas garantías de salud ni condiciones de bienestar para los animales.
Si se considera que se cumplen las condiciones necesarias para convivir con un dobermann y optamos por la adopción, existen asociaciones como Adopta un Dobermann o Adóptame: Buscador de molosos en España, que promueven la acogida de ejemplares puros o cruces que esperan una segunda oportunidad.
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