Winston_Kunde
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Dos de las víctimas más célebres de Pompeya son una madre con un brazalete de oro que abrazaba a su hijo para protegerlo de la erupción del Vesubio del año 79 d. C. Pero resulta que ni ella era una mujer, ni él era su hijo . Un estudio de ADN acaba de desmentir esa suposición centenaria. Se trataba de un hombre que no tenía relación de parentesco con el pequeño que tenía en los brazos. «Nadie ha discutido en este tiempo que fuera una mujer con su hijo. Pero ahora tenemos el dato científico que muestra que es un hombre que lleva un adorno –una cosa absolutamente lógica y normal tanto en esa época como en la actual– y está intentando salvar a un pequeño. Ese sentimiento de cuidar lo tenemos todos como seres humanos que somos», explica la arqueóloga Marga Sánchez Romero. Si el estudio se hubiera publicado antes, esa es una de las historias que le hubiera gustado ficcionar en '(Pre)historias. Cuentos de mujeres que forjaron el mundo' (Destino), una recopilación de relatos para niños que lanza al calor de su primer ensayo, 'Prehistorias de mujeres'. La también catedrática de Prehistoria en la Universidad de Granada ha escrito y seleccionado los cuentos («son ficción, pero todos y cada uno de ellos están basados en un dato arqueológico complejo», indica) desde la perspectiva de los cuidados . Noticia Relacionada De 'El inventor de viajes' a 'El infinito en un junco' estandar Si Irene Vallejo y la revolución de los héroes invisibles Celia Fraile GilPara ella, no solo han sido esenciales, sino que han modelado la civilización humana tal y como la conocemos: «Nuestra supervivencia depende de ellos. Desde que nacemos, además, porque somos las crías más débiles que tiene el reino animal. Durante el primer año de vida necesitamos atención constante. Y después, si no hubiéramos seguido con ese cuidado en todos los sentidos (en la salud, en la alimentación, en el bienestar, en el afecto…), no habríamos llegado a alcanzar los niveles tecnológicos, culturales o sociales a los que hemos llegado, sin duda ninguna».lecturas_no_obligadas_0704Sánchez Romero contrapone esta faceta de la humanidad a la más guerrera. «Las lecturas que se hacen sobre la historia en muchos casos se hacen desde la resolución violenta del conflicto , la guerra como forma de conseguir objetivos parece que la podemos aceptar legítimamente. Lo que hago en todo el libro es precisamente contar aquellas historias que tienen que ver con lo contrario, con haber gestionado las emociones, la enfermedad, los recursos, los inventos... Cosas tan cotidianas como un palillo de dientes , que no aparecen en ningún sitio porque no están en los museos, no están en los libros de historia. Esas pequeñas cosas, que algunas veces son muy grandes, como por ejemplo el cuidado sobre personas enfermas de cualquier edad o que tienen distintas capacidades, para mí son lo que nos hace más relevantes ».Contra el miedoAhí está la historia de Benjamina ('la más querida'), la niña heidelbergensis que vivió hace 530.000 años en Atapuerca . Padecía craneosinostosis , por lo que su cerebro no se desarrollaba adecuadamente y necesitaba que la ayudaran a caminar y a comer. O la de Aura, la niña con síndrome de Down que nació en Lazarides (Grecia) hace 3.300 años. O la de la mujer a la que le practicaron la primera operación de oído de la historia en Dolmen del Pendón (Burgos), hace 5.300 años.Ilustración de Clàudia Capdevila para el cuento 'Benjamina' Clàudia CapdevilaPara esta divulgadora, los progresos técnicos hunden también sus raíces en la necesidad de cuidar. «La tecnología médica que tenemos hoy comenzó hace cuarenta o cincuenta mil años, con los neandertales masticando la corteza del sauce . Lo hicieron para calmar el dolor porque tiene ácido salicílico ». Y lo mismo piensa que ocurre con las estrategias sociales acerca de cómo luchar con los miedos y la incertidumbre que cercan la existencia humana. «Nosotros tenemos la ciencia para explicar las cosas, pero en la prehistoria no existía. Tenían que agarrarse a cosas materiales para no pasar miedo. Como las estatuillas cerámicas que representan a mujeres dando a luz o embarazadas que hacían las veces de amuletos que se pasaban de unas a otras hace miles de años para poder tener un buen parto y que aparecen desgastadas por el uso ». Ilustración de Clàudia Capdevila para el cuento basado en la primera operación de oído Clàudia CapdevilaDe la capacidad de satisfacer necesidades sociales y prácticas en esta etapa se derivan infinidad de objetos cotidianos que hoy en día consideramos modernos. «Pocas cosas que usamos hoy no se inventaron en la prehistoria », subraya. En su libro aparecen varios ejemplos: desde el portabebés , como reflejan los grabados de Gönnersdorf que incluyen a una mujer llevando a un pequeño, a los primeros biberones , que fueron vasijas cerámicas con pitorro en las que encontraron restos de leche. «Todo ello nos conecta con esas primeras formas de tecnología e innovación, que surgieron de las necesidades reales de las personas », afirma. «Quiero que los niños y niñas de hoy comprendan que llevamos siendo así desde la prehistoria: diversos, cuidadosos, humanos », dice Sánchez Romero, y esta afirmación resuena hoy en la oleada de solidaridad desatada entre los jóvenes con la DANA. Con pocos recursos y a menudo organizados de manera espontánea, se lanzaron a ayudar a quienes lo necesitaban: limpiando calles, distribuyendo alimentos y reconfortando a los afectados. Para la arqueóloga, son los ecos actuales de los mismos valores ancestrales que permitieron a las primeras sociedades humanas prosperar.
El cuidado, el valor ancestral que modeló la humanidad
La catedrática de Prehistoria Marga Sánchez Romero publica un recopilatorio de cuentos basados en datos arqueológicos que dejaron huella
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