El castillo de Lanzarote conocido como 'La Fortaleza del Hambre': un Bien de Interés Cultural en el Atlántico

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Cuando se piensa en algunos de los castillos más majestuosos de España, por lo general se suelen venir a la mente algunos fortines de la Península Ibérica, como el Alcázar de Segovia o el Castillo-Palacio de Olite, pero lo cierto es que tanto en las Islas Baleares como en las Islas Canarias también hay preciosas construcciones de estas características. De hecho, en el archipiélago del océano Atlántico hay numerosos fortines increíbles.

Precisamente en la isla de Lanzarote se encuentra uno de los fortines más espectaculares de todas las Islas Canarias, que no es otro que el maravilloso Castillo de San José. Se encuentra erigido a orillas del Atlántico, en la localidad de Arrecife, y esconde una trágica historia: su sobrenombre es la 'La Fortaleza del Hambre'. Eso sí, esta construcción también es de una belleza descomunal, lo que le valió para ser declarado Bien de Interés Cultural en el año 1949.

El Castillo de San José y el porqué de su sobrenombre​

La construcción del Castillo de San José comenzó en el año 1776 y finalizó en el 1779. El motivo de que se erigiera este fortín fue doble: la primera razón fue para proteger esta zona costera de Lanzarote de las incursiones de piratas que asolaban las aguas del Atlántico, pero la segunda causa es la principal: cuatro décadas antes de que se pusiera la primera piedra, el Timanfaya entró en erupción, dejando a los isleños sin apenas nada que llevarse a la boca porque los campos de cultivo estaban destrozados.

Eso, sumado a una sequía previa que azotó toda la isla, hizo que los habitantes de Lanzarote estuvieran en una situación extrema. Los vecinos estaban famélicos, y por ello Carlos III ordenó erigir en Arrecife el Castillo de San José, un proyecto público que dio trabajo a centenares de personas. Por ello, este fortín también es conocido como 'La Fortaleza del Hambre'. Casi 250 años después, permanece en pie en un acantilado sobre el conocido Puerto de Naos.

Otra de las cosas que hacen peculiar a esta fortaleza es que tiene forma de 'D', ya que los muros que dan al mar tienen forma circular, mientras que la entrada es una fachada completamente recta con una torreta a cada lado. Está construida con piedra volcánica y en su interior se pueden encontrar numerosas estancias con techos abovedados.

Cayó en desuso y fue abandonada hasta mediados del siglo XX, cuando se reformó y se convirtió en el actual Museo Internacional de Arte Contemporáneo. Las entradas para visitar el museo se tienen un coste de cinco euros para los adultos, mientras que hay descuentos tanto para niños como para residentes canarios.

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