Cuando Antonio Muñoz se hizo la foto con Juanma Moreno y su mujer en un concierto veraniego, su propio partido le hizo la cruz. El secretario provincial del PSOE y presidente de la Diputación, Javier Fernández, publicó un mensaje en las redes sociales dirigido al presidente de la Junta de Andalucía que llevaba un puyazo subliminal a su propio compañero: «Mientras usted está en conciertos del Interestelar, hay 15 municipios de Sevilla en los que los vecinos y vecinas no tienen urgencias médicas. Vamos a las cosas importantes». El aparato socialista no disimuló su malestar y Muñoz tuvo que aguantar, una vez más, las consecuencias de ese frentismo sanchista que ya le había arrebatado la Alcaldía en las elecciones de 2023. Él se hizo la foto con absoluta normalidad para transmitir una idea tan trasnochada hoy como la concordia, la capacidad de mantener severas discrepancias con educación y cordialidad. Pero eso chocaba con la estrategia grosera de Ferraz contra sus rivales, liderada por el impertinente Óscar Puente. Muñoz no es una persona de ese estilo y tuvo que pagar las consecuencias de practicar una política serena. Cada uno puede pensar lo que quiera sobre sus postulados, unos estarán a favor y otros en contra, pero nadie puede dudar de que el exalcalde y actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Sevilla es un señor de los pies a la cabeza. La arrancada de Javier Fernández fue muy desagradable tras aquella foto, pero no fue la única reacción dolorosa para Muñoz dentro del partido. Otros comenzaron a reprocharle en los pasillos sus errores en el gobierno, que si no había ido a los barrios, que si no controla las agrupaciones socialistas, que si se empeñó en coger las varas de las cofradías y abandonó a sus votantes... Fue todo tan injusto que el único beneficiado fue el PP. Ayer salió otra encuesta del Centra que da aún más ventaja a Juanma Moreno en Andalucía. Es obvio que ni la polarización crispada ni el blanqueo burdo de los ERE tras el apaño del Constitucional le está rentando al PSOE.Por eso hay que valorar el gesto del citado Fernández con Muñoz ayer en un desayuno informativo que organizó Europa Press. El presidente de la Diputación se mostró cariñoso con el portavoz municipal y le dio alas para volver a ser el candidato en las elecciones de 2027. Y si en sus declaraciones no hay cinismo, que nada es descartable, eso significa que el PSOE está empezando a corregir en Andalucía la aberración sanchista del frentismo. La compra de la Alcaldía de Jaén desde el Ministerio de Hacienda es un escándalo humillante que orilla a Espadas para llevarnos directamente al fango. En cambio, la confirmación de Muñoz como candidato es el regreso del partido a la normalidad democrática, a la moderación intelectual y a las ideas con las que el PSOE siempre fue triunfador en Andalucía. Dentro de dos años y medio las urnas hablarán, pero un enfrentamiento entre Sanz y Muñoz será siempre una buena noticia para Sevilla.
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