Celia_O'Kon
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El cambio climático y los desarrollos urbanísticos obligan a actualizar periódicamente los mapas de zonas con un riesgo potencial de inundación. En cada revisión que se realizan se añaden nuevas zonas de cultivos, residenciales o industriales que están en peligro de sufrir daños como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como la DANA que atravesó Andalucía, Valencia o Castilla La Mancha este mes de noviembre. Las cifras reflejan el alcance del riesgo existente en todo el territorio andaluz. En estos momentos hay 371 áreas consideradas con riesgo potencial significativo de inundación con 2.800 kilómetros de cauces y costas. En total, hay 278 municipios afectados. Sobre un volumen total de población de 684.000 personas que pudieran verse afectadas, 113.000 se encuentran ante un riesgo a corto plazo. Pero las cifras siguen aumentando. Las cuatro demarcaciones hidrográficas andaluzas han iniciado en este último trimestre el proceso de actualización de sus áreas con peligro de inundación y de los mapas de riesgos . Y el punto de partida es que va a haber un aumento de al menos 130 kilómetros, un 4,5% de las zonas que se consideran como inundables a la espera de las conclusiones de los distintos procesos de participación. La mayor parte de ellos se corresponden con las tres cuencas que dependen de la comunidad autónoma andaluza: Mediterráneas (Málaga y Almería); Guadalete-Barbate (Cádiz) y Tinto-Odiel-Piedras (Huelva). Las tres están en proceso de actualización de cara a la tercera fase de sus planes de gestión de inundaciones que arranca en 2027. Según el informe que obra en el expediente de la Consejería de Agricultura, Agua, Pesca y Ganadería, l a previsión es que se actualicen a raíz de los informes recabados 35 de las áreas con riesgo de inundación fluviales, un 16% de las existentes debido a que «se han registrado recientemente episodios de inundaciones con impactos notables». La estimación de acuerdo con este expediente es que suponga la inclusión aproximada de 112,5 kilómetros de cauces. Asimismo, está previsto que dentro de los mapas de riesgo existentes (que dividen las áreas inundables e función de los niveles de riesgo a corto, medio y largo plazo) la estimación es r evisar casi una cuarta parte de los tramos declarados como inundables «especialmente en los que se hayan producido cambios significativos de los usos del suelo ». Este es el resultado del a nálisis realizado durante los últimos años en función de las inundaciones que se han producido, de la situación de los cauces, de los niveles de precipitaciones, de los desarrollos urbanísticos y, sobre todo, de los efectos del cambio climático. En el caso de la Confederación del Guadalquivir, la revisión está más avanzada y también supondrá un aumento de los kilómetros de superficie catalogadas como inundables . La previsión es que se incorporen en torno a 20 kilómetros más en Cabeza del Obispo en Jaén, en Marinaleda en Sevilla y San Nicolás del Puerto, en Sevilla. A esta confederación pertenece también otro área que se quiere incorporar aunque está dentro de la comunidad autónoma de Castilla La Mancha. Esta actualización de las áreas con riesgo de inundación fluviales o costeras no está vinculada con la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Responde a una directiva europea que fija la necesidad de actualizar cada seis años los planes de gestión del riesgo de inundación determinado las zonas acotadas y los niveles de peligrosidad y los planes específicos de gestión del riesgo. Está ahora, de hecho, en pleno proceso de participación por lo que previsiblemente las estimaciones iniciales se rebasarán. Cada uno de estos documentos con planos específicos de las distintas zonas con riesgo de inundación son ya públicos y están integrados además en el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables que depende del Ministerio y que también está abierto para la ciudadanía.No obstante, el objetivo es conceder más facilidades a la población para conocer la situación real de su vivienda o negocio, así como elevar los niveles de conocimiento de la ciudadanía sobre los protocolos ya existentes. L os planes de gestión de inundaciones actuales son ya la base del plan de emergencias en materia de inundaciones que establece los distintos niveles de alerta y las medidas urgentes a adoptar en cada caso así como de las planificaciones urbanísticas que realiza la Consejería de Ordenación del Territorio. El objetivo ahora, de acuerdo con el anuncio realizado por el presidente andaluz, es aumentar la visibilidad con la creación de un visor específico de cartografía de riesgos de inundación en la página web de la Junta de Andalucía y fijar mecanismos para que los vecinos de cada una de las zonas declaradas inundables, en función de los niveles de riesgo, sean conscientes de los protocolos existentes de seguridad ante cualquier catástrofe.
El cambio climático amplía en 130 kilómetros los tramos de cauces y costa con riesgo de inundación en Andalucía
Las cuatro demarcaciones hidrográficas estiman en el inicio de sus nuevos planes para 2027 que aumentan las áreas con riesgo de sufrir daños
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