El bulo de Ana Belén

[Carmel_Treutel]

Con algunos desmentidos te enteras de acontecimientos que no sabías que hubieran ocurrido. Es como el periodismo según Chesterton. Ana Belén en silla de ruedas. Y un anuncio donde se promociona un remedio milagroso «que nos ocultan los médicos». Me entero de que eso se había difundido porque Ana Belén hizo un vídeo en su cuenta de Instagram donde salta desde un murete. Ojalá hubiera bailado como Rose Nylund en 'Las chicas de oro' para pasmo de Dorothy y Blanche. Dice Ana acompañando al vídeo: «Por supuesto, es un bulo trasnochado. En este vídeo os muestro la realidad: que no tengo ningún problema de salud…». Ojalá todos los bulos fueran tan débiles.Ana Belén está como una rosa y lo puede comprobar cualquiera que se acerque a su cara o a sus tersos brazos. Es de un inmarcesible que provoca estupor. Y envidia. Gutiérrez Aragón siempre ha contado, también en sus últimas memorias 'Vida y maravillas', que lo que quería con 'Demonios en el jardín' (1982) era juntar a Ana Belén y Ángela Molina, las actrices que más le gustaban. Y enfrentarlas. Que luego ya se puso con la historia. Un tanto autobiográfica. El niño es Gutiérrez Aragón. «Se trataba de contar mi infancia, que fue la de muchos españoles de una época». La posguerra.Hubo un tiempo en que la gente estaba hasta el moño de películas de la guerra civil y la posguerra. Pocas hay. Hoy la industria es más de películas sobre el suicidio. Se han juntado en la cartelera 'La habitación de al lado' y 'Polvo serán', con Ángela Molina. Ana Belén y Ángela Molina son hoy como el retrato de Dorian Grey. También pasa con Nati Abascal y su hermana Ana María, con la diferencia de que las Abascal tienen la misma edad. Ángela Molina, si no falla la wiki, tiene 69 años y Ana Belén, 73. Me acuerdo de cuando María Teresa Campos tenía 73 años y se cabreaba con la edad en los periódicos y revistas. «¡Yo no soy María Teresa Campos 73!». Como si fuera 'Drácula 73'. Bueno, la película se llamaba 'Drácula 72', pero en España se le puso el año que se estrenó. Es lo más parecido a la razón por la que Greer Garson no decía su edad: «No puedo, cambia continuamente». Como a Gutiérrez Aragón, me gustan Ana Belén y Ángela Molina. Hasta he visto docenas de veces 'Dolores', documental de García Sánchez y Andrés Linares sobre la Pasionaria. «Y vereeemos a Dolores caminar las calles de Madrid». Eso lo cantaba Ana Belén. Y Ángela Molina, pues qué quieren. Me gusta hasta viendo a su hija Olivia en 'Regreso a las Sabinas' (la miro como la villana a la que interpreta María Casal, que ve en Olivia a su madre). 'Polvo serán', su última película, es un musical sobre el suicidio. Hay coreografías con ataúdes. Pero que esas extravagancias no despisten. Ángela Molina se ha convertido en una Lola Gaos atractiva. Ana Belén sigue siendo Ana Belén. Cualquier día hace 'Zampo y yo II'.

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