Una pequeña joya navideña reluce tras el cristal de un escaparate en plena calle de Génova en Madrid. Una casa de muñecas, diseñada por el modista Lorenzo Caprile, se exhibe en la tienda de Viena Capellanes como un homenaje a los primeros años de la emblemática pastelería madrileña, que lleva más de 150 años endulzando la vida de los vecinos.
Creada con mimo en cada detalle gracias a la tienda de miniaturas Esmalper, la casa de muñecas despierta la curiosidad de todos los transeúntes que pasan por el número 4 de dicha vía. La casita representa una tienda antigua de Viena Capellanes de dos plantas, recreada en base a fotografías viejas de los archivos de la empresa.
"Es un viaje al pasado, una ventana a los orígenes de Viena Capellanes", explica a Antonio Lence, director general de la compañía, a 20minutos. Pero el verdadero encanto está en los detalles: diminutos pastelitos, bollería y roscones se observan en el pequeño local, donde también se puede ver a trabajadores y clientela de la época.
Detrás de esta escena llena de nostalgia e historia está Caprile, diseñador de moda, pero también amante de las casas de muñecas. "La idea fue de Lorenzo, que es buen amigo y cliente habitual", señala Lence. Hace unos meses se le ocurrió hacer algo especial para Navidad y, aunque al principio iba a ser una casa de muñecas convencional, terminó adaptándola al estilo de los primeros locales de la pastelería.
Así nació esta colaboración entre Caprile y Esmalper, que materializó la visión del diseñador. El resultado es un viaje en el tiempo: una miniatura meticulosamente detallada que transporta a los inicios de Viena Capellanes, allá por 1873, cuando Matías Lacasa abrió su primera panadería en la calle Capellanes (hoy Maestro Victoria). "El resultado ha sido espectacular", reconoce el director general de la compañía.
"Las casas de muñecas suelen seguir un estilo clásico, como los primeros locales de Viena Capellanes. Así que este escaparate es también una conexión entre pasado y presente", traslada Lence. "Es la ilusión de la Navidad en un escaparate, con la suerte y el lujo de que lo haya diseñado Lorenzo Caprile", añade.
En una época en la que las luces y los grandes espectáculos suelen robarse toda la atención, este escaparate apuesta por algo más cálido e íntimo. "Es un homenaje a los primeros locales de la empresa, y recordamos nuestra historia con el talento e ideas de Lorenzo", manifiesta el director general de Viena Capellanes.
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