General_Keeling
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Las imágenes de Juan Martín del Potro entre lágrimas en el partido de despedida celebrado el domingo en Argentina ante Djokovic expresan todo el sufrimiento que hay detrás de un hombre que pagó todo lo que tenía para llegar a lo más alto. Él solo es un ejemplo más, pues unos ganaron mucho, otros menos, pero todos pagaron muy caro el precio del éxito en sus carnes: Nadal, Federer, Murray, Thiem... ahora viven con un dolor más físico y punzante que el de una derrota.
"No sé por qué estoy metido en esto. A veces no lo soporto más. Es terrible, no sé cuándo va a terminar... tengo otra gran pelea con el médico porque me dice 'ponte una prótesis y deja de jugar'", fueron las palabras de Juan Martín antes de disputar el emotivo duelo junto al serbio, quizás la gran excepción de la lista nombres que aquí se enumera.
Palabras de dolor que se repiten en boca del recién retirado Rafa Nadal, quizás uno de los jugadores más maltratados de la historia: "Sin dolor no vivo, pero lo hago con un dolor controlado. No es un dolor que me amargue la vida. Tengo un pie que lo tengo muy mal y hay veces que el pie no me deja vivir tranquilo. Hay muchas veces que me cuesta bajar las escaleras de casa por las mañanas".
O en la de Andy Murray, recién incorporado al equipo de entrenadores de Novak Djokovic después de retirarse por segunda vez con un parón obligado entre ambas ocasiones para colocarse una prótesis de titanio en la cadera: "Aunque los últimos años hayan parecido buenos, han sido duros, muy duros para el cuerpo. Físicamente ha sido duro. Muchos días no ha sido muy divertido ir a entrenar. He intentado superarlo y encontrar la manera de saltar a pista y competir a este nivel, pero el tenis es un deporte muy, muy duro", dijo el británico tras su emotiva retirada.
Los casos son infinitos, aunque sin duda el primero de la gran edad dorada del tenis mundial fue el de Roger Federer, incapaz de disfrutar de su día a día en los momentos en los que encadenaba tratamientos de rodilla constantes para volver al circuito: "Una vez fui a un partido de golf con mi madre por su 60º cumpleaños y tenía muchas ganas de jugar. Después de eso, sufrí dolores de espalda durante una semana", confesó poco antes de colgar la raqueta.
Los hay más drásticos, como el de Dominic Thiem, que llegó a la altura de los más grandes y fue capaz de hacerse con un Grand Slam, el US Open. Eso sí, se ha visto obligado a dejar las pistas con apenas 31 años tras una lesión de muñeca que acabó con sus grandes opciones: "Si termino el año en el puesto 100 tendré que considerar si esto vale la pena", dijo antes de abandonar cualquier esperanza con la aparición de nuevos dolores en la muñeca.
Todo deporte de élite implica dolor, sin duda, pero el tenis ha ido más allá con un gran número de grandes estrellas que se han convertido en referencia de lo que le puede esperar a las jóvenes perlas del circuito. Alcaraz, Sinner y Medvedev... ya empiezan a notar síntomas de desgaste y todavía tienen años por delante antes de recibir 'la elevada factura' que les puede pasar este deporte.
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