El Barcelona se abraza a la pelota por convicción y también por necesidad en su 125 aniversario (1899-2024). La celebración gira alrededor del juego y de los futbolistas en una institución que ha tenido a los entrenadores como protagonistas desde que fue fundado por Gamper. Imposible olvidar la imagen de Cruyff sentado sobre el cuero, igual de revolucionario en la cancha que en el banquillo, punto de partida del éxito del equipo después de que el club fuera el sostén de una entidad vital en Cataluña. Cruyff dejó un marcador para el recuerdo como delantero —el 0-5 en el Bernabéu—, un equipo único en calidad de técnico —el Dream Team— y un discípulo universal en tanto que maestro: Guardiola.
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