Descubre la otra fuente de Roma que puedes visitar mientras la Fontana di Trevi está en obras

[kelly.parker]

La Fontana di Trevi es uno de los principales atractivos de Roma junto con el Coliseo, el Panteón y el Foro Romano. Se estima que entre 10.000 y 20.000 personas visitan a diario esta espectacular fuente con cientos de años de historia y en la que se ponen de espaldas para lanzar una moneda esperando que sus sueños se hagan realidad.

Como todo monumento histórico, la fuente necesita trabajos de restauración, limpieza y conservación para asegurar el buen estado de su estructura, fachada y decoración, por lo que desde el 7 de octubre y hasta finales de diciembre, la veremos en obras, sin agua y con andamios. Todos aquellos que viajen a Roma buscando la belleza de la Fontana di Trevi se llevarán un chasco, ya que, a pesar de que se han instalado unas pasarelas metálicas para ver la construcción desde cerca, la experiencia simplemente no es la misma.

La Fontana dell’Acqua Paola​

Pero no hay que preocuparse por las obras, la Ciudad Eterna cuenta con un sinfín de monumentos, estatuas, edificios y teatros que ver y aunque la gente solo visite los más típicos, existen otros muchos que son una auténtica maravilla. De hecho, si tu intención era descubrir la fuente más famosa de la ciudad, debes saber que existe otra con una belleza y características similares que poco tiene que envidiarle.

Hablamos de la Fontana dell’Acqua Paola, una impresionante construcción ubicada en el Gianicolo, una de las colinas más famosas de Roma. Aunque también recibe muchas visitas, esta fuente tiene menos reconocimiento del que merece su imponente belleza. Este enclave es uno de los favoritos de los romanos, que suelen ir allí con frecuencia debido a que todavía no está masificado.

Construir una nueva Roma con restos de la antigua​

La Fontana dell’Acqua Paola se creó en el periodo barroco, cuando fue encargada por el Papa Paolo V en el año 1613. Debido a ello, muchas personas la conocen como la 'fuente del agua de Paolo'. Uno de los objetivos principales era proveer de agua la colina del Gianicolo, profundamente ligada al Vaticano, y el barrio de Trastevere mediante una red de cañerías.

Los encargados de crear esta maravilla arquitectónica fueron Flaminio Ponzio y Giovanni Fontana, quienes se abastecieron de materiales de la antigua Roma para construirla. Según los historiadores y especialistas, para la elaboración de este monumento se utilizó el mármol y piedra del Foro Romano. Esto supuso un antes y un después, ya que comenzó a construirse una nueva Roma a partir de restos de la antigua.

La ubicación original de la fuente era la Via Giulia, pero lamentablemente, una inundación producida en 1870 obligó a reubicarla y reconstruirla con los escasos materiales que lograron sobrevivir. No obstante, la belleza de este monumento permaneció casi intacta, con las grandes columnas y el escudo de armas de la familia Borghese que protagonizan la fachada.

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