melba.ondricka
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Hace cientos de años, los humanos se servían de elementos de la naturaleza como piedras, cuevas y ramas de árboles para crear lo que eran sus hogares. Gracias a ello, a día de hoy podemos apreciar algunas maravillas arquitectónicas que nos resultan de lo más llamativas.
En España contamos con un sinfín de antiguas construcciones que han logrado sobrevivir al paso del tiempo, como los dólmenes. Un dolmen se define como un monumento megalítico que se compone de una o más losas de piedra colocadas en horizontal sobre dos o más piedras verticales, y se estima que en nuestro país hay aproximadamente 2.000 de ellos.
El dolmen de Lácara
Para conocer uno de estos espectaculares elementos, hay que viajar a Extremadura, concretamente a 25 kilómetros de Mérida. Allí habita el dolmen de Lácara, un gran monumento megalítico que se utilizaba como tumba o sepulcro y cuyas dimensiones sorprenden a todo el que lo descubre. De hecho, se trata del dolmen de mayor tamaño de España en su categoría, por lo que bien merece una visita.
Esta joya del Calcolítico se remonta a tres o cuatro mil años antes de Cristo y lo que más llama la atención es su excelente estado de conservación. Está ubicado entre árboles de la dehesa que se extiende entre los pueblos de Aljucén y La Nava de Santiago. En la península ibérica, solamente le supera en tamaño el dolmen de Évora, en Portugal.
El dolmen de Lácara está compuesto por un extenso pasillo cubierto que abarca aproximadamente 20 metros de longitud y que conduce hasta la cámara mortuoria, donde reposaban los fallecidos. Se estima que esta sala llegó a medir 5 metros de altura y que en su origen estaba tapada con una gran montaña de arena para ocultarla. En el año 1931, el dolmen se declaró Monumento Nacional como prueba de su valor histórico.
Hallazgos en el interior del dolmen
En el interior de esta curiosa tumba se hallaron restos de un ajuar funerario como flechas, cuchillos y placas de pizarra que, junto con un fragmento de cerámica de un vaso campaniforme, forman parte de una de las excavaciones más importantes de la zona. Se cree que dentro del dolmen de Lácara había otros muchos elementos, pero fue saqueado en épocas anteriores y se les perdió la pista.
Los expertos aseguran que tiempo después de su construcción, el dolmen se utilizó como vivienda y espacio en el que resguardar al ganado de las tormentas y los fuertes temporales. Esto se justifica con el hallazgo de tejas y cerámica de la época romana y medieval. En el año 2011 fue restaurado y en la actualidad es posible visitarlo de manera libre siguiendo un camino bien indicado hasta allí.
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