'Declaración de persona física', de Elfriede Jelinek: deslumbrante sátira

[damore.ole]

«Soy de las que prefieren evadirse antes que evadir nada», dice nada más empezar su espléndida obra 'Declaración de persona física', la Premio Nobel Elfriede Jelinek (Viena, 1946), autora de célebres novelas como 'La pianista', 'Los excluidos' o 'Deseo'. Una obra tanto autobiográfica como de denuncia feroz e incriminatoria hacia un mundo en el que «el pasado criminal se blanquea con capitales» y en el que los escándalos financieros vienen y van, paseándose cínicamente y transmutándose, a sus anchas, ya fuera antaño de mano de «líderes y guías de las juventudes del Reich» hasta descendientes hoy muy conocidos y 'best sellers' de grandes ventas.NOVELA 'Declaración de persona física' Autora Elfriede Jelinek Editorial Temporal Año 2024 Páginas 267 Precio 21,90 euros 5'Declaración de persona física' de Jelinek (que ahora aparece junto a otro magnífico texto de esta autora, 'Al margen') partía de un hecho muy concreto. Una investigación, que quedaría finalmente en nada, por parte del fisco austriaco-alemán, que implicó a no pocos artistas y escritores. Algo que le sirvió a la gran satírica apocalíptica (como fue llamado Karl Kraus en la Viena de los Habsburgo) de nuestros días para dar un despiadado repaso, de atrás hacia delante, y viceversa , explorando tanto su vida más íntima y personal como su largo y fecundo recorrido de autora de novelas, libretos, poemas, ensayos y teatro. Hija de padre judío y de una madre proveniente de la burguesía ultracatólica, con una infancia difícil, su deslumbrante texto, de gran fiereza, como es habitual en ella, a través de menciones, alusiones, sobrecogedoras frases intercaladas («¿cómo hablar de las víctimas?») nos evoca la fuga de Austria de su familia durante la pesadilla nazi , las crueles deportaciones y la no escasa sobrevivencia de los asesinos en el futuro. Se apoya en una investigación, que quedaría finalmente en nada, por parte del fisco austriaco-alemán, que implicó a artistas y escritoresAlgo directamente ligado, según Jelinek, a los escándalos financieros, a flujos globales de capital y a cómo, durante décadas, estos capitales se han movido y «revivido» a menudo gracias a bienes judíos expropiados durante el régimen nazi. Bienes que jamás regresaron a sus legítimos propietarios. Poco dada a suavizar acusaciones muy precisas y a eximir de culpas a «culpables que ya no existen» o a diligentes burocracias que nunca, en ningún periodo, dejaron de actuar («sin burocracia nada funcionaría; basta pensar en la enorme cantidad de trenes que hubo que reunir y proporcionar antaño, siempre en la secuencia y frecuencia adecuada») la sorna e ironía devastadora, ininterrumpida, de esta autora significa siempre un ejercicio implacable, descarnado, lúcido, clarividente, de lectura imprescindible. Un implacable ejercicio de deconstrucción de las miserias e hipocresías de toda una sociedad, no solo la suya austriaca-alemana, sino la de todos. Un volumen este que se une a la publicación de 'Al margen' (Temporal), su brillantísimo discurso, no presencial, leído frente a una pantalla, con motivo de la aceptación del Premio Nobel en 2004 . Le sigue un excelente ensayo, 'Cita', firmado por Adan Kovacsics , en el que, además de los paralelismos, y también disensiones, de Jelinek con dos grandísimos austriacos, Thomas Bernhard e Ingeborg Bachmann , «comparecen» otros muchos «diálogos entre vivos y muertos». Con uno imprescindible, según Kovacsics: «Es imposible comprender a Elfriede Jelinek sin referirse a Karl Kraus». Dos lúcidas piezas publicadas a un mismo tiempo, de lectura necesaria, que cuentan con dos traductores y especialistas de lujo en literatura austriaca: Adan Kovacsics, al que se debe 'Al margen', y José Aníbal Campos , que a su minuciosa versión de 'Declaración de persona física', ha añadido un importante corpus de notas aclaratorias.

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