ihahn
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Cate Blanchett es una de las intérpretes más reconocidas del cine actual. Nacida en Melbourne, Australia, hace 55 años, ha tocado el cielo de Hollywood. Tiene dos Oscar (mejor actriz de reparto por El aviador en 2005 y mejor actriz por Blue Jasmine en 2014), cuatro Globos de Oro, cuatro Bafta y en 2018 presidió el jurado del Festival de Cannes. Su relación con la industria española del cine es especial: ella inauguró la categoría de Goya internacional en 2022. Y ahora ha merecido el Premio Donostia en la edición número 72 del Festival de Cine de San Sebastián. Para la ocasión hizo honor a su estilo personal, que la ha convertido en un referente en presentaciones y alfombras rojas, y eligió un vestido dorado de encaje bordado con perlas, de cuello alto y manga larga y falda con vuelo. Se trataba de una adaptación de uno de los looks del último desfile de alta costura de Armani Privé, que se presentó el pasado junio, con los apliques en perlas como constante de la colección.
La casa del diseñador italiano es una de las firmas que la actriz suele elegir para sus apariciones públicas; su relación con Armani se remonta a 2013, momento en el que comenzó a ejercer como imagen de su perfume Sí, y además es embajadora global de belleza de la marca. Ha recurrido al diseñador en muchas de sus apariciones recientes, como el pasado agosto, cuando deslumbró en la Mostra de Venecia, a la que acudió para apoyar la presentación de Bitelchús, Bitelchús, con un vestido palabra de honor de Armani Privé.
Ese modelo tenía algo en común con el lucido anoche en el Kursaal de San Sebastián: era un tejido metalizado, en esa ocasión en plateado y no en dorado como en Zinemaldia, donde, además, la actriz presenta nuevo proyecto, Rumours, una sátira política del canadiense Guy Maddin en la que los líderes del G7 tienen que tomar medidas sobre una crisis global, y en la que Blanchett interpreta a la presidenta alemana. “Apuesto por la incertidumbre, por la búsqueda que nace de la interpretación. Sí, es incómodo, vivimos tiempos complejos, inciertos. Pero ahí es donde la mente es libre”, ha dicho la galardonada durante su discurso al recibir el Premio Donostia.
Tejidos metalizados y encajes son elementos recurrentes en los estilismos de alfombra roja de Blanchett. La actriz, que ha participado en superproducciones como El señor de los anillos, de Peter Jackson, y en filmes de culto como Carol, de Todd Haynes, sabe sacar partido a su altura y a su estructura ósea: muchas veces luce modelos con espaldas de vértigo y vestidos-armadura que enmarcan sus hombros. En San Sebastián, en lugar de un peinado elaborado, combinó su impecable vestido dorado con la melenita suelta y peinada hacia atrás, dejando despejado su rostro.
Pero Blanchett no solo destacó por su estilismo de noche. A su llegada a la ciudad el sábado por la mañana ya impactó con un Canadian tuxedo de Giorgio Armani, de chaqueta cruzada y sin camisa debajo, combinado con unos zapatos marrón caramelo de gran plataforma. Lo acompañó con unas gafas de sol, un complemento imprescindible para la actriz, del que del que no se despega ni en los front rows de los desfiles de moda. Los trajes vaqueros son una de las tendencias de la temporada: Victoria Beckham los ha subido a las pasarelas y Taylor Swift ha utilizado un estilismo doble vaquero para inaugurar la temporada de encuentros deportivos de su novio, el jugador de fútbol americano Travis Kelce.
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elpais.com
La casa del diseñador italiano es una de las firmas que la actriz suele elegir para sus apariciones públicas; su relación con Armani se remonta a 2013, momento en el que comenzó a ejercer como imagen de su perfume Sí, y además es embajadora global de belleza de la marca. Ha recurrido al diseñador en muchas de sus apariciones recientes, como el pasado agosto, cuando deslumbró en la Mostra de Venecia, a la que acudió para apoyar la presentación de Bitelchús, Bitelchús, con un vestido palabra de honor de Armani Privé.
Ese modelo tenía algo en común con el lucido anoche en el Kursaal de San Sebastián: era un tejido metalizado, en esa ocasión en plateado y no en dorado como en Zinemaldia, donde, además, la actriz presenta nuevo proyecto, Rumours, una sátira política del canadiense Guy Maddin en la que los líderes del G7 tienen que tomar medidas sobre una crisis global, y en la que Blanchett interpreta a la presidenta alemana. “Apuesto por la incertidumbre, por la búsqueda que nace de la interpretación. Sí, es incómodo, vivimos tiempos complejos, inciertos. Pero ahí es donde la mente es libre”, ha dicho la galardonada durante su discurso al recibir el Premio Donostia.
Tejidos metalizados y encajes son elementos recurrentes en los estilismos de alfombra roja de Blanchett. La actriz, que ha participado en superproducciones como El señor de los anillos, de Peter Jackson, y en filmes de culto como Carol, de Todd Haynes, sabe sacar partido a su altura y a su estructura ósea: muchas veces luce modelos con espaldas de vértigo y vestidos-armadura que enmarcan sus hombros. En San Sebastián, en lugar de un peinado elaborado, combinó su impecable vestido dorado con la melenita suelta y peinada hacia atrás, dejando despejado su rostro.
Pero Blanchett no solo destacó por su estilismo de noche. A su llegada a la ciudad el sábado por la mañana ya impactó con un Canadian tuxedo de Giorgio Armani, de chaqueta cruzada y sin camisa debajo, combinado con unos zapatos marrón caramelo de gran plataforma. Lo acompañó con unas gafas de sol, un complemento imprescindible para la actriz, del que del que no se despega ni en los front rows de los desfiles de moda. Los trajes vaqueros son una de las tendencias de la temporada: Victoria Beckham los ha subido a las pasarelas y Taylor Swift ha utilizado un estilismo doble vaquero para inaugurar la temporada de encuentros deportivos de su novio, el jugador de fútbol americano Travis Kelce.
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De encaje dorado o con traje vaquero, los ‘looks’ de Cate Blanchett para conquistar el Festival de San Sebastián
La actriz australiana, ganadora de dos Oscar, ha recibido el Premio Donostia en la 72ª edición del certamen cinematográfico, donde presenta la sátira política ‘Rumours’
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