Rossie_Kub
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Este año Elvira Lindo recibió un correo electrónico de un chico egipcio que le confesaba su devoción por Manolito Gafotas. «Se había apuntado a clases de español porque le atraía nuestro idioma y la profesora le dio unas páginas del libro que le encantaron. 'Ahí estaba narrada mi infancia', me dijo. Así que quiso leer más, pero le resultaba muy difícil encontrarlos en su país y entonces me pedía disculpas porque lo había leído por Telegram . Ahora estaba interesado en 'Corazón abierto'», cuenta a ABC. La anécdota concentra la esencia del fenómeno en torno a este carabanchelero de excepción creado por Lindo hace justo ahora 30 años .A pesar del paso del tiempo y de las diferencias culturales, los lectores, pequeños y mayores, se siguen identificando con este pequeño antihéroe del sur del río Manzanares . «Para mí es algo inexplicable porque es un argumento muy local , de un barrio muy madrileño. Ni en mis previsiones más optimistas me podía imaginar que Manolito seguiría presente tanto tiempo después», confiesa la autora, que celebra la efeméride en la editorial Seix Barral con la publicación de un estuche que reúne los ocho libros de la serie al que se añade 'Manolito cumple 30' , con claves y anécdotas de su recorrido por el 'mundo mundial'.Noticia Relacionada estandar No Un clásico barrio obrero de Madrid es uno de los tres más de moda del mundo J. F. Alonso Carabanchel ocupa la tercera posición en el listado de los 40 barrios más 'cool' este año, mientras que El Clot, en Barcelona, figura en la posición número 29, según Time OutDesde el principio, su triunfo fue fulgurante y, apenas cinco años después, ya contaba con su adaptación cinematográfica , dirigida por Miguel Albadalejo y protagonizada por David Sánchez del Rey, Adriana Ozores, Roberto Álvarez, Antonio Gamero y Fedra Lorente. Después vino otro filme más y una serie de televisión firmada por Antonio Mercero .A base de darle su propia voz, Lindo dio con un arquetipo de infancia, entre nostálgico y fantasioso , pero siempre desde el humor. Y también supo reflejar la vida de un barrio de clase obrera : «Hay niños que sentían todo ese universo de Carabanchel como un sitio en el que querrían vivir. Es un universo cerrado donde la gente se conoce, donde hay una familiaridad en la calle, donde los niños van juntos a la escuela… Hay cierto bienestar emocional », explica su autora. El efecto se replicó en la película y hasta llegó a traspasar la pantalla. El descampado en el que juegan sus protagonistas se convirtió en el Parque de Manolito Gafotas (la propia Lindo asistió a la inauguración en 2006), pero se dejó sin terminar. Los vecinos no cesaron de reivindicar este espacio verde y la Junta del Distrito ha aprobado este 2024 su reurbanización . Emilio UrberuagaLa sensación de refugio a la que alude la escritora parece contradecirse, sin embargo, con la realidad que describe y rodea a Manolito, fiel reflejo de la que existía hace tres décadas y tan criticada en nuestros días. Su madre le da collejas , y los apodos de los niños ( 'el Imbécil', 'el Orejones', 'Bragas Sucias' …) difícilmente resistirían un consejo escolar sin una dura sanción. «Pensaba en mi adolescencia de barrio, y yo oía esos motes. Tal vez si me hubiera puesto a escribirlo ahora, pues no se me hubieran ocurrido. No lo digo porque me hubieran parecido mal o bien, sino que están como descartados. Además, en el último libro 'el Orejones' sale del armario , más inclusivo que eso…», señala. No es el único punto conflictivo por el que ha pasado Manolito Gafotas. «En cada país que se traducía saltaban los demonios de lo que era tabú », especifica. En Francia, por ejemplo, triunfaba la madre a pesar de tener la mano suelta, pero fue un problema que el niño durmiera con el abuelo y se tuvo que cambiar. En Japón quisieron eliminar el capítulo en el que 'el Orejones' descubre su identidad sexual, pero Lindo se negó y no se llegó a publicar en el país nipón. Estaba escarmentada tras su paso por Estados Unidos. «Fue el peor de todos», confiesa. Allí cambiaron 'Las tres gracias' de Rubens por otro cuadro porque estaban desnudas y le pusieron problemas hasta por darle galletas al perro, ya que estaba tildado como maltrato animal. Como consecuencia, Manolito se publicó demasiado edulcorado, algo que asegura revisaría ahora si se le volviera a presentar la ocasión. Elvida Lindo Isabel Wagemann«Cuando los libros llegaron a la colección para adultos de Seix Barral, descansé y dije: 'Yo no me dedico a educar a los niños. Gracias. Ya no es responsabilidad mía'», rememora.Universidad, próxima paradaNo obstante, Lindo defiende la idea de que debe existir un campo de libertad en la literatura , especialmente en lo tocante al humor, que ve como una herramienta que acerca a las personas y permite transgredir . «Por eso estoy con la conciencia muy tranquila. Me parece que el haber utilizado toda esa libertad fue muy bueno para la expresividad del libro», cuenta. La autora ese punto como una pieza clave para que la historia llegue a los lectores, a diferencia de los relatos escritos bajo una estricta supervisión pedagógica que los niños suelen detectar enseguida.A pesar de que parece vivir suspendido en un tiempo sin tiempo, el regreso de Manolito está a la vuelta de la esquina. Protagonizará un cuento radiofónico en la Ser por Navidad y en ciernes se encuentra una serie de producción estadounidense. Estos proyectos se mantienen en su universo, pero a Lindo ya le ronda la cabeza expandirlo. Aunque no ha desarrollado detalles específicos sobre este proyecto, asegura que «siempre he imaginado un Manolito universitario ».
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