Ophelia_Ernser
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El mundo del vino y los espumosos es tan amplio como especial. Estas clases de bebidas suelen tener un sabor más delicado y exquisito para el paladar. Son ideales para maridar con cualquier plato, desde carne hasta pescado. Además, cuando hablamos de champagne o cava (un vino espumoso típico en España), nos referimos a opciones para brindar ocasiones especiales tales como un cumpleaños, una boda o una mesa de Navidad, por ejemplo.
Aun así, un vino blanco, un tinto y un champagne cuentan con sus propias reglas, y cada una debe servirse con una copa distinta. No es lo mismo consumir un champagne de calidad en una Chardonnay que en una de flauta. Y lo mismo decimos de los blancos y los tintos.
Si eres de los que ama el sector vinícola y quieres saber más para ser un auténtico experto, en este artículo te mostramos las mejores copas para beber champagne, vino blanco o tinto. Tenlos en cuenta para que, en las próximas fiestas, todo el mundo se quede sorprendido ante tus conocimientos.
La mejor copa para tomar champagne
El champagne es un vino espumoso de origen francés, concretamente de la zona de Champagne (cerca de París). Destaca, entre otras cosas, por sus burbujas que pueden enamorar a cualquier paladar. En el mundo de la hostelería, bien es sabido que esta bebida no se puede servir con cualquier copa, las hay específicas para ello.
Los expertos están de acuerdo en que la copa flauta es la más apropiada. Su cáliz es muy estrecho, perfecto para que el aroma y las burbujas se guarden sin problema. Además, el tallo es largo, lo que asegura que la bebida no se caliente con las manos.
Sin duda, es la más adecuada para el champagne, pero existe otra clase de copa que, en la antigüedad, se usaba bastante. Hablamos de la Pompadour, la mítica que se usa para consumir otras bebidas como el martini, el cóctel preferido de James Bond.
Son muchas las leyendas que se conocen acerca del origen de la copa Pompadour. Una dice que está inspirada en el seno izquierdo de Maria Antonietta, esposa de Luis XVI de Francia.
Sin embargo, no es más que una leyenda. La primera vez que se registró su origen fue en el año 1663, un siglo después, a través de un escrito en Inglaterra. También circula otra historia que relaciona esta copa con la amante de Luis XV de Francia, Madame Pompadour.
La mejor copa para servir un vino blanco y un tinto
Ahora que sabemos cuál es la mejor copa para beber champagne, pasemos al caso de los blancos y los tintos. Según el portal del Consejo Regulador de Denominación de Origen Rías Baixas, se debe tener en cuenta varios aspectos como el cuerpo.
Según el portal, la mejor opción para un vino blanco es la copa Chardonnay. "Se utiliza para resaltar las características de los vinos blancos, desde vinos ligeros y refrescantes hasta vinos más ricos y con mayor cuerpo que han sido fermentados o envejecidos", aseguran.
En cuanto al vino tinto, destacan varias formas. Si la bebida tiene cuerpo, recomiendan la copa Burdeos porque " su forma alta y su cáliz grande permiten que el vino se oxigene adecuadamente, lo que ayuda a liberar los aromas complejos y concentrados".
Si hablamos de un vino de Borgoña, la mejor elección, según el portal, sería la copa Borgoña, que tiene "un cáliz más ancho y redondeado". Para catas, recomiendan la copa Tulipán porque "su diseño está pensado para permitir una evaluación exacta del vino".
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