Jakayla_Franecki
New member
- Registrado
- 27 Sep 2024
- Mensajes
- 44
Jaume Collet-Serra se ha labrado una más que interesante trayectoria en el cine estadounidense, industria en la que lleva dos décadas establecido. Pensar en su carrera lleva al terror (La casa de cera, La huérfana), a su muy eficaz historia con Blake Lively en peligro por un tiburón (Infierno azul) o a sus cuatro colaboraciones con Liam Neeson (Sin identidad, Non-Stop, Una noche para sobrevivir y El pasajero). Al thriller se adscribe precisamente Equipaje de mano, película que ha tenido una buena acogida en Netflix.
El filme desarrolla la clásica situación del personaje que debe cumplir con las directrices que le marcan a distancia si no quiere sufrir las consecuencias. El problema está en las implicaciones de lo que le exigen. Un agente de seguridad del aeropuerto de Los Ángeles tiene que dejar pasar por el control de equipajes una maleta que traerá muerte y tragedia bajo la amenaza de que, si no lo hace, su novia embarazada será asesinada. La historia acontece además en el contexto navideño, ajetreado en el mencionado escenario.
Equipaje de mano (Carry-On en el título original) está protagonizada por Taron Egerton (las dos primeras entregas de Kingsman, Rocketman), acompañado por Sofia Carson y por un llamativo Jason Bateman como villano. Entre los secundarios aparecen Danielle Deadwyler, al frente del próximo trabajo del director español, Logan Marshall-Green (Upgrade) y Dean Norris, el mítico cuñado de Walter White en Breaking Bad.
Crítica de 'Equipaje de mano'
La palabra 'oficio' es la primera que brota al pensar en el cine de Jaume Collet-Serra. Una cualidad que vuelve a materializar en el cauce del thriller y la acción en Equipaje de mano. La mano del director de Sin identidad, Non-Stop, Una noche para sobrevivir y El pasajero se nota en una película de sugerente vistosidad y hábil e inspirada para el entretenimiento.
El atractivo de la situación del personaje vigilado y chantajeado se ve potenciado por el doble factor de la llamada y de las instrucciones a distancia (que de partida activa los ecos de títulos 'disfrutones' como Última llamada y Cellular), por su traslación al marco de los controles en los aeropuertos y por la maldad de las casualidades. Kopek no iba a estar inicialmente en el puesto de control de equipajes elegido para pasar la maleta con la cinta roja, pero justo ese día, movido por su próxima paternidad, decide pedir más responsabilidades laborales.
Equipaje de mano, con la que Collet-Serra articula su propio filme de acción navideño (el componente ambiental le sienta bien al relato), se construye sobre la tensión que fluye en las conversaciones vía auricular entre el agente de seguridad utilizado (rol con el que Taron Egerton ratifica su idoneidad para el género) y el villano, un llamativo Jason Bateman que canaliza lo aprendido en el lado oscuro de Ozark.
La dinámica se acompaña del acierto de que el protagonista y el antagonista también se vean cara a cara (el momento junto a los asientos, el del baño) en medio del proceso y antes de la resolución en la que lógicamente se enfrentarán.
La obra depara una interesante evolución una vez desvela el contenido de la maleta y esta supera el control, de manera que no se agota tras la materialización completa de la premisa. A pesar de la mayor entrega posterior a las inverosimilitudes, lo atrayente perdura entre las complicaciones, los giros y los intentos del protagonista de revertir las circunstancias y frustrar la amenaza.
Collet-Serra se suelta en la escena de la pelea en el coche al ritmo de Last Christmas, el temazo de Wham!, seductora por el humor intrínseco y la acción a pesar de que en la plasmación se perciba lo digital. Los pasajes entre bastidores (entre las cintas transportadoras), las carreras de Egerton y su modo de subir al avión en peligro enlazan con el mencionado carácter vistoso.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Cargando…
www.20minutos.es