La obra de arte Comedian, de Maurizio Cattelan, ha sido vendida por algo más de seis millones de dólares. Esta obra, que consiste en una banana real pegada a una pared con cinta adhesiva, tiene los días contados, pues la fruta se degradará más temprano que tarde. Justin Sun, su orgulloso comprador, ya ha anunciado públicamente la intención de comérsela, convirtiéndose así no solamente en propietario, sino también en parte íntegra de una experiencia artística total “que inspirará más reflexiones y debates en el futuro”. Porque sí, señoras y señores del mundo moderno: esto que estamos presenciando es arte. Yo así lo creo de verdad. Es arte que ha caído en manos equivocadas y con finalidades claramente ligadas a una estrategia publicitaria a favor de Sun y su imperio cripto. Él dice querer provocar reflexiones y debates en el futuro. En el presente, yo me pregunto: con seis millones de dólares, ¿cuántas bananas frescas podría haber comprado y repartido entre aquellos más necesitados?
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