Cómo no sucumbir a la presión de tu hijo cuando todos sus amigos ya tienen móvil

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«Soy el único de mi clase de 2º de la ESO que no tiene móvil y no me entero de cuándo quedan ni de qué hacen, mamá. Quiero tener teléfono ». Cuando la presión del grupo es fuerte , pero la familia todavía no considera que es el momento adecuado para que el menor tenga un dispositivo, pueden surgir algunos momentos difíciles de lidiar en casa. Ante esta tesitura, Sonia Martínez, directora de los centros Crece Bien , recuerda a los padres que «siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, pero la decisión final es tuya. Solo recuerda: no siempre es necesario decir «sí» para que se sientan incluidos. ¡ No debemos sentirnos presionados !».Martínez entiende que la preocupación es real: «No quieres que tu hijo se quede fuera del grupo, pero al mismo tiempo, te cuestionas qué es lo mejor para él. Lo cierto es que las consolas y los móviles no son el único camino hacia la amistad. Es posible animarles a encontrar otras formas de conectar, como actividades presenciales o juegos que no dependan de la tecnología». Su consejo es que los progenitores intenten «tomar decisiones informadas, hablar con su hijo y mantener siempre un equilibrio. No se trata de prohibir, sino de regular. Si decides dar el paso, establece reglas claras y límites desde el principio y mantén una conversación abierta con ellos sobre los pros y contras para intentar que vean la situación desde una nueva perspectiva, donde también puedan entender tus miedos y expectativas. Y si decides que no ha llegado el momento, la realidad es que no necesitan un móvil para ser felices, te necesitan a ti para guiarte».Noticias relacionadas estandar No Las seis razones que llevan a un adolescente a ver pornografía Laura Peraita estandar No Entrevista con Laura Cuesta «Si luchas con tu hijo para poner la mesa, quizás no está listo para un móvil» Ana I. MartínezCuando hablamos de comprar y no comprar un móvil, ¿de qué edades estamos hablando?Generalmente, esta duda surge entre los 10 y 14 años, ya que es cuando los niños empiezan a ser más independientes y demandan más relaciones sociales. Sin embargo, no existe una edad «ideal» . Depende mucho de la madurez del niño , su entorno, y las necesidades reales. Hay niños que, aunque tienen 14 o 15 años, todavía no están preparados para gestionar un móvil de forma responsable, mientras que otros, quizá más pequeños, de 13, han desarrollado habilidades que les permiten hacerlo mejor. Como padres, es importante evaluar la capacidad de autocontrol, el sentido de la responsabilidad y la comprensión que tienen sobre los riesgos y beneficios de esta herramienta.¿La asociación entre familias en este tipo de 'batallas' contribuye a resistir la presión social?¡Absolutamente! Cuando las familias se apoyan entre sí, es mucho más fácil resistir la presión social. Esto no solo les da fuerza a los padres, sino también a los niños, ya que no sienten que están «solos» en la decisión. Crear una red con otros padres con valores similares puede ser un gran alivio. Incluso pueden ponerse de acuerdo para establecer normas comunes, como usar el móvil solo en determinados horarios o no permitir ciertas aplicaciones. Este enfoque en equipo no solo beneficia a los hijos, sino que también refuerza su capacidad de entender que la verdadera amistad no depende de tener un móvil.En la adolescencia, ¿puede resultar justificable para su socialización? Dice que todos los amigos de su club de baloncesto quedan a través de WhatsApp. En este caso, ¿podríamos decir que, a partir de cierta edad, no tenerlo puede aislarlos?Es cierto que, en la adolescencia, el móvil se ha convertido en una herramienta clave para la socialización. WhatsApp y otras aplicaciones son las vías más comunes para organizar actividades o mantener el contacto entre amigos. No tenerlo puede hacer que, en ocasiones, tu hijo se sienta aislado o excluido, pero eso no significa que sea imprescindible. Si decides dar el paso, es importante hablar con él sobre cómo usarlo de forma responsable, y marcar límites claros. Si todavía no crees que esté preparado, podrías proponer alternativas, como quedar en persona para organizar planes o usar tu móvil como intermediario temporalmente. Lo más importante es que no sienta que no lo tiene «porque no confías en él», sino porque estás ayudándole a gestionar esta etapa de forma sana.La realidad es que cuando accedes a dar el primer móvil, les estás dando acceso a una herramienta demasiado potente y peligrosa, que además va más rápido que su cerebro, todavía en desarrollo. Es algo que hay que tener muy en cuenta. Exacto. Los móviles son herramientas muy potentes, con enormes beneficios, pero también riesgos. El cerebro adolescente está en pleno desarrollo, y eso significa que tienen menos control sobre sus impulsos, más sensibilidad a las recompensas inmediatas y mayor vulnerabilidad a las presiones externas. Introducir un móvil en su vida requiere un enfoque gradual y consciente. Como padres, debemos ser guías, enseñarles sobre los riesgos (como la sobreexposición en redes, el ciberacoso o la adicción) y ayudarlos a desarrollar habilidades para gestionar esta herramienta con criterio. No es solo darles un móvil, sino educarlos en su uso.¿Cuándo sabremos que están preparados?No hay una fórmula mágica, pero algunos indicadores pueden ayudarte a decidir. Un niño que cumple con sus responsabilidades, respeta normas en casa, es capaz de autorregularse (por ejemplo, apagar la televisión o terminar un videojuego sin discutir) y demuestra honestidad es un buen candidato para tener un móvil. Si todavía necesita muchos recordatorios para cumplir con tareas básicas o tiende a esconder información, puede ser mejor esperar un poco más.Si claudicamos, ¿se entiende que siempre con 'una charla mediante', una supervisión posterior y unas determinadas normas? ¿Nos deben dar la clave o su PIN de acceso siempre?¡Por supuesto! Si decides dar el paso, la entrega del móvil debe ir acompañada de una conversación sincera y unas normas claras. Algunos puntos clave pueden ser:Explicar por qué se lo das : No es un «regalo» sin más, es una herramienta que le otorgas porque crees que está listo para usarla con responsabilidad.Establecer límites: Horarios, aplicaciones permitidas, uso en lugares comunes y prohibición de ciertos contenidos.Supervisión: Es fundamental. A edades tempranas, tener acceso al PIN o claves es recomendable para supervisar su uso y protegerlos de posibles riesgos. A medida que demuestre madurez, esta supervisión puede volverse más flexible.Revisiones periódicas: Establecer momentos para hablar sobre cómo está gestionando el móvil, si tiene dudas o si ha surgido alguna situación incómoda.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Ir al instituto: la etapa que genera pánico en las familias noticia No Las seis razones que llevan a un adolescente a ver pornografía noticia No Por qué los grupos de WhatsApp de padres del colegio podrían no ser tan malos como los pintan noticia No Capítulos cada vez más cortos, en el móvil y en soledad: Así ven series los adolescentes noticia No «Se han dado móviles a los niños porque nadie imaginó que un depredador sexual podría entrar en nuestros hogares» noticia No Así es como liga tu hijo en redes sociales, con sus ventajas e inconvenientesLas familias deben recordar que el móvil es solo una herramienta, y la relación que construyan con sus hijos será lo que realmente marque la diferencia.

 

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