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Óscar Gogorza
Guest
La llegada del presente siglo alumbró la más precoz de las estrellas de la escalada: Chris Sharma. En 2001, este californiano de Santa Cruz escaló la vía más difícil del planeta. Tenía 22 años de edad, pertenecía a la primera generación de escaladores que se había desarrollado en rocódromos y empezó a pensar en abandonar la escalada. No compartió con nadie sus pensamientos. ”Por aquel entonces yo ya había hecho todo lo que se podía hacer en el mundo del bloque, de la competición y de la escalada deportiva. Era muy joven, así que empecé a pensar que se cerraba un ciclo en mi vida y que debía empezar a buscar otras formas de expresarme, otros alicientes. No tenía muy claro cuál era el siguiente paso. Entonces, descubrí una nueva manera de escalar, sin cuerda, sobre el mar y me abrió mucho la mente: encontré una motivación para recuperar la pasión”, explica por teléfono en perfecto castellano.
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