Cambios en las pruebas físicas en las oposiciones a Guardia Civil

[ikreiger]

Son miles los españoles que sueñan con ingresar en el cuerpo de la Guardia Civil, para lo que es necesario superar unas oposiciones que sufrieron una gran modificación después de que se haya añadido una nueva prueba física de coordinación y agilidad. Esta evaluación ha llegado para sustituir a la ya tradicional prueba de velocidad de 60 metros sprint.

De esta forma, los aspirantes a las escalas de Cabos y Guardias, Suboficiales y Oficiales tendrán que ser capaces de demostrar su coordinación a través de un circuito de precisión y agilidad. Esta modificación en las pruebas físicas en las oposiciones a Guardia Civil se alinea de esta manera con otros procesos selectivos de instituciones como la Policía Nacional o las Fuerzas Armadas, quienes ya incluyen exámenes similares en sus sistemas de evaluación.

El cambio ha provocado que las academias que preparan a los futuros guardias civiles hayan tenido que intensificar la formación específica en habilidades de coordinación, incrementando así las posibilidades de que puedan superar la prueba de forma exitosa.

Antes, de acuerdo al marco normativo de la Orden PCI/362/2019, se contemplaban un total de cuatro pruebas físicas obligatorias para ingresar en la Guardia Civil: carrera de 2.000 metros para medir la resistencia, carrera en sprint de 60 metros para evaluar la velocidad, extensiones de brazo para valorar la potencia del tren superior, y ejercicios en agua para hacer lo propio con la soltura acuática.

En estas pruebas se encuadraban marcas mínimas diferenciadas en función de la escala de ingreso y la modalidad, es decir, si se trataba de un acceso directo mediante titulación universitaria o promoción profesional. Tras la actualización del año 2003, se mantienen las pruebas de resistencia, potencia del tren superior y soltura acuática, pero se reemplaza la prueba de velocidad por una de coordinación.

Asimismo, es necesario hacer mención de que, en la regulación de 2019, se tenían en consideración pruebas físicas complementarias, como circuitos de coordinación y agilidad, si bien estas carecían de carácter excluyente dentro de los procesos selectivos, como sí sucede tras su actualización.

Así pues, con la nueva normativa para acceder a la Guardia Civil, la coordinación ha pasado a convertirse en un criterio obligatorio, dejando así de ser un complemento.

Nueva prueba de agilidad y precisión​

La nueva prueba de coordinación consiste en completar un circuito que evalúa la agilidad y la precisión de los aspirantes, incluyendo a lo largo del recorrido distintos giros y pasos bajo vallas, estando el mismo delimitado por banderines y con una serie de normas que deben respetarse para poder superar la prueba.

El aspirante debe iniciar el circuito detrás de la línea de partida, pudiendo elegir cualquiera de los dos lados de la valla inicial, para posteriormente completar el circuito sin derribar o desplazar vallas ni banderines, pues cualquier error en la prueba hará que el intento no sea válido. En función del lado de inicio se determinará el orden en el que se pasa por los banderines y las bases de vallas.

De esta forma, ahora las marcas mínimas a superar por parte de los aspirantes de acuerdo a la escala a la que opten, formarán parte de los criterios excluyentes dentro del propio proceso de selección, recalcando de esta forma la importancia de la coordinación para ingresar al cuerpo de la Guardia Civil.

Esta modificación ha provocado la necesidad de adaptación en las academias especializadas de formación, con nuevos entrenamientos enfocados a poder superar con éxito esta nueva prueba.

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