Cada vez más violentos y sin respeto a la vida de los agentes ni de los suyos, así actúan ya los narcos en Andalucía

[Levi_Windler]

No los frena ni una DANA, pero a la Guardia Civil, tampoco. El último capítulo de la crónica negra del narcotráfico en Andalucía ha tenido lugar en la madrugada de este jueves, de nuevo en la desembocadura del río Guadalquivir, una de las principales puertas de entrada de la droga en Europa. Un narcotraficante muerto y dos guardias civiles heridos es el resultado de este capítulo, que supone un nuevo giro de tuerca ya que evidencia que sólo les interesa el dinero y que además de no respetar la vida de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, tampoco les preocupa la de los suyos.Los hechos han ocurrido en el termino municipal de Sanlúcar de Barrameda , en Cádiz, convertido ya en zona cero del narco en Andalucía. Varias narcolanchas navegaban por la desembocadura del Guadalquivir — muchas lo hacen como señuelo para despistar a las Fuerzas de Seguridad y permitir que la que va cargada de droga pueda alijarla sin problemas—. Agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil a bordo de la patrullera 'Río Irati' avistaron una de estas narcolanchas con cuatro tripulantes a bordo e intentaron interceptarla. El piloto, para eludir la acción policial, los embistió por un lateral y se dieron a la fuga hacia la orilla del Coto Doñana, donde se adentraron para no ser detenidos. Fuentes de la Guardia Civil explicaron a ABC que no fue una maniobra errática sino un ataque en toda regla.Cuando los guardias llegaron hasta la embarcación encontraron dentro a uno de los tres ocupantes herido, por lo que comenzaron a hacerle maniobras de reanimación y alertaron a los servicios sanitarios de emergencia. Los otros lo habían abandonado junto a los fardos de droga. Pese a las constantes maniobras de reanimación, los guardias no pudieron salvarle la vida y murió. Lo más rocambolesco de todo, si cabe, es que mientras realizaban dichas maniobras de reanimación, los tres narcos huidos regresaron y prendieron fuego a la narcolancha y a la droga, que quedaron completamente calcinadas, para volver a huir por el Coto.El fallecido tenía 22 añosEl narco fallecido, un joven de tan sólo 22 años , de origen magrebí y con residencia legal en España, tenía antecedentes policiales y domicilio en Algeciras.Los dos agentes heridos, tras recibir asistencia en el hospital, volvieron a sus domicilios, donde se recuperan de las contusiones. El impacto fue brutal. «Están como si les hubiese pasado un camión por encima» , aseguraron fuentes de la Guardia Civil a este diario.La patrullera de la Guardia Civil, la 'Río Irati', de 22 metros de eslora, ha quedado dañada e inoperativa de momento. Si llegar a ser otra embarcación más pequeña estaríamos hablando de un final más trágico. Tiene una vía de agua en el lateral donde ha recibido el impacto de la narcolancha.No es la primera vez que guardias civiles en primera línea de la batalla que se viene librando contra el narcotráfico en Andalucía ponen en riesgo sus vidas para salvar las de estos criminales , demostrando, primero su profesionalidad, y después, que la vida humana es lo primero. El ejemplo más reciente tuvo lugar el día 4, también en la desembocadura del Guadalquivir. Agentes del Instituto Armado no lo dudaron y se lanzaron al agua para rescatar a siete narcos que habían caído de una narcolancha que impactó contra una patrullera debido a una errática maniobra del piloto. Iban cargados de petacas de combustible para las semirrígidas, 3.700 litrosSin medios ni respaldo ante violentos criminalesLa Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha vuelto a denunciar la escalada de violencia del narco, que alcanzó su punto álgido el pasado 9 de febrero cuando el piloto de una narcolancha mató a dos agentes en el puerto de Barbate . Exige mayor protección para los efectivos, que la suya sea reconocida como profesión de riesgo y más medios para combatir a estas peligrosas organizaciones criminales. «Es inaceptable que sigan enfrentándose a organizaciones cada vez más peligrosas sin el respaldo adecuado . Las condiciones de los guardias civiles en lugares de alta conflictividad deben ser revisadas con urgencia, garantizando el acceso a equipos modernos, tecnología avanzada y formación adecuada que les permitan realizar su labor en condiciones óptimas», aseguró AUGC.Desde Jucil se denuncia que con la pérdida de esta embarcación hasta que sea reparada, la Guardia Civil se queda sin patrulleras operativas en la Comandancia de Cádiz para combatir el narcotráfico, a lo que suma el «brutal estrés» al que están sometidos los agentes, «expuestos a un riesgo constante de violencia que ya no es aceptable», aseguró su secretario de Comunicación, Agustín Leal.«Nuestros compañeros están realmente agotados , no sólo por el peligro al que se enfrentan en cada intervención, sino también por la falta de recursos y de apoyo suficiente. Lo que pasa en Cádiz es muy, muy duro, tanto para ellos como para sus familias. La creciente agresividad de las mafias del narcotráfico en la zona está erosionando el principio de autoridad. Cada operación supone una escalada en la violencia. La Guardia Civil no puede seguir enfrentándose a mafias armadas y peligrosas sin los medios adecuados . No es sólo una cuestión de recursos, sino de voluntad política», agregó este portavoz de Jucil.

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