sammie.cummerata
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La opa de BBVA sobre Banco Sabadell logra un nuevo paso administrativo. La Comisión Europea acaba de autorizar la operación sin objeciones al entender que no existen subvenciones de terceros países que podría utilizar para hacerse con la entidad catalana, apuntan fuentes cercanas a La Información. Este 26 de noviembre era la fecha límite para emitir su veredicto, que se enmarca en la normativa de inversiones extranjeras impulsada por la Unión Europea para evitar que estados de fuera del Viejo Continente se hagan con el control de empresas mediante en la región.
Bruselas debe pronunciarse sobre todas aquellas transacciones en las que su actividad o parte de ella se genera dentro del perímetro del Viejo Continente y contabilicen un volumen de negocio mínimo de 500 millones. Prácticamente todas las fusiones y adquisiciones en la región deben pasar por el escrutinio del conocido como Reglamento sobre Subsidios Extranjeros (FSR), que entró en vigor en 2023, y obliga a notificar cualquier movimiento de concentración con empresas establecidas en la UE y licitaciones públicas de determinada envergadura. Si bien este paso era obligatorio para BBVA, su resolución no conlleva cambios en el proceso y era esperado por ambas partes.
El organismo encabezado por Ursula Von der Leyen fue notificado el pasado 21 de octubre y contaba con un plazo de 25 días hábiles para determinar si era necesario abrir una investigación más exhaustiva o podría seguir adelante sin el examen del Ejecutivo comunitario. En cualquier caso, no investiga aspectos de competencia. BBVA ya cuenta con la 'no oposición' por parte del Banco Central Europeo (BCE), así como con el permiso del regulador británico y estadounidense. A estos habría que sumar autorizaciones en otras regiones como México o Marruecos.
Tras esto, solamente quedaría pendiente la emisión del folleto por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se encuentra estudiando cuál es el momento adecuado para su difusión. El supervisor ya ha reiterado en varias ocasiones que buscarán el momento adecuado para su publicación en base a los tiempos que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El regulador anunció el pasado 12 de noviembre el paso de la opa a 'fase II', que conlleva un análisis más en profundidad y que requerirá un mínimo de tres meses.
La CNMC tomó esta decisión tras determinar que la oferta pública de adquisición (opa) acarrea algunos "riesgos potenciales", entre los que destacan la reducción de crédito a las pymes al "eliminar una fuerza competitiva relevante en varios mercados infranacionales". En este sentido, citan una posible reducción del crédito a pymes y un potencial empeoramiento de las condiciones comerciales, dado que BBVA se convertiría en líder nacional en el segmento de TPV con una cuota superior al 30% al concentrarse el segundo y tercer operador.
Cabe recordar que BBVA se comprometió de antemano ante la CNMC a adquirir compromisos concretos con el objetivo de lograr que la opa fuera aprobada en fase I. A este respecto, el documento enviado planteaba concesiones o 'remedies' -como se conoce en la jerga- por una duración de tres años y abarcan desde el mantenimiento de las condiciones comerciales en un total de 91 códigos postales en los que puede enfrentar monopolio u oligopolio a la creación de una cuenta para clientes vulnerables. En última instancia también se recogen desinversiones.
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