Bárbara Rey lleva al liderazgo a Telecinco: cómo contar todo sin contar todo

[uswaniawski]

Bárbara Rey nunca termina de contar todo. Hasta cuando parece que está contando a todo pormenor su vida. Su última entrevista de Telecinco, acelerada por las declaraciones de su hijo y la publicación de sus fotos con el Rey emérito, ha hecho incluso caducar gran parte del relato de la serie sobre ella que vendió a Antena 3 en 2023. Se llamó Cristo y Rey. Con documental incluido. Pero lo importante Bárbara se lo guardó.

Ahora, Bárbara ha hablado de su relación con el Rey en una entrevista de Santi Acosta que ha llevado a Telecinco al liderazgo en cuota de pantalla de la noche de los lunes. Con un 16,7% y 1.025.000 espectadores. El morbo estaba servido, pues ha contado en propia voz dimes y diretes que se murmuraban en determinados ámbitos desde hace décadas. Hasta cómo llenó su casa de cámaras de La Tienda del Espía para grabar al que fue Jefe del Estado o cómo recibió dineros a cambio de cerrar boca.

Pero más relevante que lo que cuenta, que es lo que llevan meses especulando en Mediaset, es la forma de narrarlo. Bárbara Rey maneja con destreza los prolegómenos con ayuda de esos silencios que dan más fuerza al detalle que explicará después. Aunque ya lo sepamos. Aunque lo que dice haya sido repetido tantas veces. Su mirada profunda atrapa al ojo del espectador.

La emoción narrativa que otorga su verborrea crece en esa comunicación no verbal todopoderosa, curtida en tantas batallas delante y detrás de la cámara. De hecho, da la sensación de que Bárbara Rey siempre ha controlado la situación, a pesar de que en realidad la situación la estaba controlando a ella desde una sociedad machista que la redujo a un mero trofeo. También hoy, pasando por el aro de la televisión que solo consigue declaraciones de este calado previo pago de su importe.

Lo que sí ha cambiado es la manera de grabar estas entrevistas que se entregan por fascículos para exprimir como una serie. La grabación del equipo de De viernes está muy elaborada a nivel visual. Cuida la fotografía, cuida el movimiento de cámara, cuida la expresividad en primer plano. Porque la emoción en TV se graba en primer plano.

Grabar previamente la charla permite remarcar las declaraciones sin los nervios y el ruido de una jauría incontrolable en plató. De esta manera, se ordenan mejor cronológicamente las ideas y el mismo entrevistado no se aturde al no sentirse en un interrogatorio. Además, la cadena puede incidir en gestos o momentos que ya, después, se subrayan a porteriori en el debate en plató. El especial de Bárbara Rey continúa la estela de Rocío: contar la verdad para seguir viva, donde se revistió de documental un complejo testimonio que era imposible que se entendiera en un diálogo en un plató a lo Tómbola o Sálvame Deluxe. La tele está en otro punto más maduro.

Tras la conversación grabada en un decorado acogedor para transmitir tranquilidad, el bullicio de la charla en directo en el estudio ya vendrá luego. Y siempre quedarán detalles que verbalizar. Porque Bárbara Rey sabe que las buenas historias son las que siempre se guardan algo para dar alas a la imaginación del espectador. De ahí que su historia nunca tenga fin. En su vida, siempre existe el suspense del cartel de continuará.

Cargando…

www.20minutos.es