El contraste entre el interior, bellísimo, y el exterior, muy negro, de la catedral de Notre Dame , una de las matrices de la fundación religiosa y cultural de nuestra civilización, en vísperas de su reapertura oficial y solemne, ilumina de manera espectacular la gran crisis nacional de Francia y la ambición intacta de «salvación» a través de la cultura, al servicio de la vida moral y espiritual de la nación.En ese marco, nacional, europeo, internacional, la ausencia del Papa Francisco en las grandes ceremonias de sábado y domingo, sorprende por su carácter muy altamente simbólico. Históricamente, el Vaticano consideró a Francia como la «hija predilecta de la Iglesia». Tras el trágico incendio del 15 y 16 de abril de 2019, la reconstrucción del magno monumento gótico ha sido una gran aventura nacional, con final feliz. El arzobispado y la presidencia de la República han cooperado muy estrechamente en todas las decisiones mayores.Días pasados, presentando las primeras imágenes del interior de Notre Dame, restaurada, Macron declaró: «El 'shock' de la reapertura será tan fuerte como el del incendio, que tuvo dimensiones internacionales. Mañana, la reapertura será un 'shock' de esperanza». Nadie ha deseado explicar las razones de la ausencia del Papa , que priva a un monumento histórico de la máxima autoridad religiosa de nuestra civilización.En ausencia de Francisco, el arzobispo de París comenzará la ceremonia estrictamente religiosa de la reapertura. A media tarde del sábado, monseñor Laurent Ulrich llamará a la puerta cerrada de la catedral, con tres aldabonazos, repitiendo varios versos de los Salmos. Reabiertas las puertas de Notre Dame, la comitiva religiosa y laica entrará hasta el altar y el órgano de la catedra l, que será bendecido por el arzobispo de París. Unos ciento setenta obispos franceses, europeos y de varios continentes, entonarán un ' Magnificat ' de excepción. Seguirá un concierto llamado a culminar con la bendición final y el canto del ' Te Deum '.Noticia Relacionada Tras un incendio trágico estandar Si Notre Dame ya está restaurada: un espectáculo excepcional Juan Pedro Quiñonero | corresponsal en parís «El choque de la reapertura, el próximo 7 de diciembre, será tan fuerte como el choque del incendio. Será un choque de esperanza»Tras la reaperturadel sábado, el domingo se celebrará a las diez y media de la mañana la misa de la inauguración. La presencia de ciento setenta obispos de varios continentes, acompañados de centenares de párrocos de toda Francia, aspira a dar una dimensión ecuménica internacional a esa ceremonia única, quizá empañada por la ausencia del Papa Francisco, que ha preferido visitar Francia, lejos de Notre Dame, una semana más tarde, para celebrar una reunión mucho más modesta en la isla de Córcega . La ceremonia religiosa culminará con la instalación en el altar mayor de reliquias religiosas, recordando a mártires y personalidades que tuvieron su importancia en la historia de Notre Dame.En estrecha coordinación con el arzobispado, Emmanuel Macron ha convocado a numerosos jefes de Estado y gobierno, cuya presencia solo se confirmará detalladamente a última hora. La presencia confirmada de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, dará a la reapertura la dimensión diplomática deseada por Macron y aceptada por la jerarquía religiosa.Inseguridad en los exterioresEn vísperas de tan magno acontecimiento, los alrededores de Notre Dame ofrecían un espectáculo mucho más negro, inquietante por momentos. El jueves pasado por la tarde, una treintena larga de hombres y mujeres sin techo pedían limosna o alimentos en todas las esquinas donde los muros de madera y metal, con alambres de espino, acordonaban la Catedral de Notre Dame. La jerarquía religiosa no ha olvidado a esos pobres de misericordia:la reapertura culminará con una merienda de hermandad en la que estarán presentes hombres y mujeres sin recursos, así como organizaciones humanitarias.Para evitar incidentes, la Prefectura de París ha movilizado a 6.000 policías y gendarmes durante el sábado y el domingo para controlar «militarmente» un espacio sacro y laico que roza lo esperpéntico en muchas esquinas. Antes que vuelva a funcionar el gran órgano de Notre Dame, cómicos, músicos sin recursos, bandas o dúos de rock más o menos duro, habían tomado posiciones, pidiendo algunas monedas a los millares de turistas de medio mundo que contemplaban el estado inacabado de la reconstrucción del templo.Exteriores de la Catedral de Notre Dame horas antes de su reapertura oficial Juan Pedro QuiñoneroDesde hace días, las agencias publicitarias de Francia han distribuido millares de imágenes maravillosas del interior de la Catedral. El transeúnte nacional o extranjero que ha visitado los alrededores vallados de la catedral ha contemplado otra realidad, más oscura, más triste. Las grandes grúas siguen instaladas y funcionando, para hacer posible el trabajo inconcluso de técnicos y obreros, que siguen reparando y reconstruyendo casi todos los muros de la catedral. En las esquinas más transitadas, baretos y creperías ofrecen café, aperitivos, bocadillos o cerveza a precios más o menos consecuentes. Los grupos de hombres y mujeres sin techo pidiendo limosna frente a esos lugares de recreo ofrece imágenes profundamente melancólicas, tristes.Sin duda, el día de la reapertura, las empresas que siguen trabajando habrán retirado grúas, camiones y los andamios más visibles. Sin embargo, no es un secreto para nadie: se ha cumplido la promesa original, reabrir Notre Dame cinco años después del incendio ; pero… los trabajos exteriores deberán prolongarse, todavía, semanas y meses.Exteriores de la Catedral de Notre Dame, horas antes de su reapertura Juan Pedro QUiñoneroEl multiculturalismo del turismo más modesto, dentro de ciertos límites, aporta su propio color muy variopinto, difícil de juzgar . El marido de un matrimonio colombiano que contemplaba, extasiado, las grandes grúas de color rojo y blanco, me comentó: «Qué genial…». Le pido posar delante de las grúas. Pero solo acepta dándome la espalda, luciendo una cazadora con una calavera, en blanco y negro…Noticia Relacionada vertical No Así luce la catedral de Notre Dame de París cinco años después del trágico incendio ABC Reabrirá el 7 de diciembre después de una restauración que ha sido llamada la «obra del siglo»Mientras esperan que les sirvan un agua mineral con hielo, un grupo de chicas musulmanas se hacen 'selfies' posando, entre ellas, ante un mimo que intenta ganarse unas monedas montando un espectáculo ante el muro de metal y pinchos de acero que impide la entrada al espacio donde varios camiones recogen escombros de todo tipo.Cuando intento subirme a una ventana del Hospital-Hôtel-Dieu de París, que se encuentra junto a Notre Dame, una pareja de militares, armados, me dice que está prohibido subirse a esas ventanas. Unos metros más lejos coincido con un grupo de turistas japoneses fotografiando la gran rosaleda en piedra de los muros de la catedral: ese monumento, herencia del gran arte gótico, está rodeado de andamios metálicos y grúas de varias decenas de metros de altura. Durante las ceremonias de la reapertura, andamios y grúas no podrán trasladarse a ningún lugar, para poder terminar la restauración definitiva de Notre Dame, a lo largo de los primeros meses del año que viene.
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