El de esófago es un tipo de cáncer que en la mayoría de casos no da la cara en las primeras fases, sino que se manifiesta cuando la enfermedad está avanzada. A esto hay que sumar que algunos de los síntomas que se pueden referir coinciden con otras alteraciones comunes y de menor gravedad, con lo cual la persona afectada puede pasarlos por alto. En España es el sexto tumor más frecuente del aparato digestivo.
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), es el tipo de cáncer más diagnosticado en nuestro país, precedido por el colorrectal, de páncreas, de estómago, de hígado y de vesícula biliar. La incidencia es especialmente relevante entre la población masculina, ya que más de un 80 por ciento de pacientes son varones, tal y como indican informes recientes de la SEOM. A nivel mundial, ocupa el octavo lugar entre los tumores más diagnosticados.
Síntomas un tanto equívocos
La edad habitual de presentación del cáncer de esófago es entre los 55 y los 70 años, siendo infrecuentes los casos en personas por debajo de los 40 años. Como ya se ha indicado, es habitualmente asintomático, por lo que su diagnóstico suele ser casual durante el estudio de otros problemas de salud, como indican desde la SEOM. Algunos de los signos que deberían llamar nuestra atención serían:
- Disfagia: dificultad para tragar o sensación de que el alimento se ha quedado detenido en la garganta o en el tórax. Inicialmente la disfagia es para alimentos sólidos, siendo posteriormente, conforme progresa la enfermedad, para líquidos.
- Pérdida de peso.
- Dolor localizado en el tórax, por detrás del esternón.
- Dificultad respiratoria: sobre todo tos e infecciones respiratorias.
- Otros síntomas: sangrado, disfonía (ronquera) e hipo.
Como se puede observar, son en general síntomas inespecíficos que pueden ser indicios de otras patologías leves y, aunque estén finalmente relacionados con el esófago, pueden ser procesos benignos como es el caso del reflujo gastroesofágico. Como informan desde la SEOM, si lo que está detrás de ellos es un tumor, normalmente se encuentra en un estadio avanzada y por tanto tiene ya un tamaño considerable.
La dieta y el peso corporal son claves
Aunque el cáncer de esófago se clasifica según el tipo de células que intervienen en su formación (adenocarcinoma ó carcinoma epidermoide), lo que determinará unas opciones terapéuticas u otras, hay factores de riesgo que comparten. Se trata principalmente de afecciones y hábitos que irritan el esófago, como el tabaco, el alcohol, la obesidad, beber líquidos muy calientes o una dieta poco saludable.
La obesidad se indica como un factor de riesgo específico dada la constatación de la comunidad científica del incremento de la incidencia del adenocarcinoma en los últimos años, en paralelo al incremento también de la enfermedad por reflujo gastroesofágico en personas con alto índice de masa corporal.
Referencias
SEOM (2022). Cáncer de esófago. https://www.seom.org/info-sobre-el-cancer/esofago?showall=1&showall=1
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