Tara_Considine
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A principios de año, el día que Jurgen Klopp anunció su voluntad de cerrar en junio casi una década de estancia en Anfield , numerosos hinchas se llevaron las manos a la cabeza. Las dudas sobre si el sustituto podría estar a la altura del técnico alemán desataron el vértigo entre los parroquianos del Liverpool. Un nerviosismo para muchos justificado porque el alemán, entre otros logros a orillas del Mersey, fue el que condujo al equipo red a su primer título de liga desde que el campeonato inglés pasara a denominarse Premier League (1992) y guio también al club en 2019 a las celebraciones de su segunda Champions (el sexto entorchado en la máxima competición continental). Casi un año después de aquellos primeros días de inquietud, esos mismos seguidores viven relajados, felices e ilusionados agarrados a la mano de Arne Slot (46 años), el neerlandés que en verano tomó las riendas de un vestuario en el que sus ideas han calado tan bien como pronto. Un recambio que, al menos hasta la fecha, está demostrando estar a la altura del 'dios' Klopp.Los números hablan muy alto a favor de él (16 victorias en 18 partidos, un empate y una sola derrota). Apenas unos meses de lecciones han valido para que el nuevo entrenador del Liverpool haya desterrado los fantasmas: mantiene al equipo como líder en Inglaterra y también en lo más alto de la clasificación de la Champions League, en la que este martes se enfrenta al Girona (18.45 horas, Movistar). El preparador, en camino ya de ser idolatrado en las gradas de Anfield como lo era Klopp, se muestra ahora como un incómodo visitante allá por donde pisa. Hoy donde genera preocupación no es en Anfield, sí en Montilivi y en la afición gironí porque el equipo de Míchel está obligado a ganar a uno de los conjuntos más en forma de Europa para mantener la ilusión de seguir con vida en el torneo europeo.Noticia Relacionada champions | atalanta - real madrid estandar No Del champán en Varsovia a los sudores fríos de Bérgamo Rubén Cañizares El Madrid visita al Atalanta, a quién le ganó la Supercopa de Europa hace cuatro meses, pero hoy es el actual líder de la Serie A, en un partido decisivo para su devenir en la ChampionsNacido en la pequeña localidad de Bergentheim, Arne Slot, el menor de tres hermanos, bien pudo acabar con una raqueta en las manos porque siendo niño también tuvo curiosidad y practicó el tenis, un deporte que compaginó durante un tiempo con los goles del fútbol. Finalmente se decantó por el balón y las porterías, teniendo en su padre a uno de sus primeros entrenadores. Años de juventud en los que comenzó a forjar ese carácter disciplinado que viene aplicando a todos sus equipos desde que colgara las botas para empezar a impartir doctrina en las pizarras de los vestuarios. Los hinchas del Liverpool que temían que no estuviera a la altura de su club como sustituto de Klopp piden ahora perdón por las dudas que les generó la elección de su directiva. Una decisión valiente que muchos tildaron de arriesgada porque Slot, un técnico de perfil bajo y con poco nombre, solo había entrenado en una liga de segunda fila como es la neerlandesa. Allí, a los mandos del Feyenoord, fue, sin embargo, donde comenzó a atraer miradas y a acaparar elogios. Con el conjunto de Róterdam (al que se incorporaba en 2021) ganó el campeonato (2023) y la copa un año después, alcanzando también la final de la Conference League que su equipo perdió ante la Roma en 2022. Éxitos que le llevaron a ser elegido como mejor técnico de la Eredivisie en dos ediciones. Un palmarés que no pudo ampliar en el Cambuur ni en el AZ Alkmaar, sus dos anteriores clubes en la élite.Diplomático en el vestuario«Siempre estuvo convencido de sus propias cualidades. Nunca dudó. Eso es bueno porque, si no crees en ti mismo, nunca tendrás éxito. Siempre piensa en grande. En el vestuario es muy diplomático. Es muy inteligente, siempre cuenta primero hasta diez. Es como un sacerdote», explicaba Jan Everse, quien le entrenó en el Zwolle, en 'The Athletic'. Una seguridad en sí mismo como jugador que sigue conservando como técnico y que le ha ayudado a dar el salto al conjunto red. El Liverpool, que se presenta en Montilivi después de pasar por encima del Real Madrid en Anfield en la anterior jornada de la Champions, ha acertado al encontrar en Arne Slot, que de jugador se desenvolvía como centrocampista, a una especie de calco de Klopp en el banquillo para dar continuidad a un proyecto y a una manera muy parecida de entender el fútbol. Un técnico apasionado, pero poco expresivo, que está acostumbrado a trabajar con futbolistas jóvenes y al que, como al germano, también le encanta noquear a los rivales a base de rápidos contragolpes, aunque no reniega de abrazar la pelota cuando los partidos lo requieren. El conjunto inglés, como ocurría ya con su antecesor, también es capaz de asegurar el balón con infinidad de pases y largas posesiones. Una mentalidad que ha ayudado a un tránsito sin estridencias del rock que impone un entrenador alemán al de un neerlandés. Slot sabe dar confianza a los suyos aunque también sabe cerrar puertas. «Se trata de dar confianza a los jugadores, pero si se les da confianza, la confianza puede crecer hasta un punto en el que podemos llamarlo arrogancia, por lo que hay que encontrar el equilibrio entre darles confianza y entender lo que se necesita para ganar todos los partidos», explicaba en una entrevista.El neerlandés, el nuevo Klopp del Liverpool, busca hoy su quinta victoria en la Champions para seguir aumentado la confianza de una afición que le recibió con recelo y que con el paso de los meses le aplaude ilusionada por sus resultados. Un heredero a la altura del técnico alemán que dejó huella.
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