pedro53
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El empresario Antonio Matos sufrió el mayor golpe de su vida el pasado mes de agosto. Su mujer, Caritina Goyanes, fallecía de un paro cardíaco en Marbella, donde estaban de vacaciones, solo unos días después de que muriera su suegro, Carlos Goyanes.
El viudo de Caritina ha hablado por primera vez de esta dolorosa ausencia en una entrevista que ha concedido a la revista Hola. En ella recuerda con amor a su mujer y madre de sus dos hijos, Pedro y Minicari, de quienes habla también. Y del legado que Caritina dejó y que él asume con mucha entrega y devoción: el catering SixSens.
Matos, de 47 años, posa con las socias (las hermanas Fraile) con las que Caritina fundó su exitoso negocio de comida, por el que era conocida, a pesar de haber estudiado derecho anteriormente. Su viudo decidió seguir al frente del mismo tras la marcha de Caritina. "Lo di por hecho desde el minuto uno: debía continuar con el legado de Cari. SixSens era su segunda familia y un motor importante para nuestros ingresos. Hay ocho empleados. Compartimos el mismo ADN".
Matos ejerce desde entonces como director, aunque se quita méritos. "Es un equipo perfectamente capaz de continuar. Es como una orquesta que se ha quedado sin director... Pero en la que todos tocan fenomenal, solo hay que apoyarles y ayudarles a que sigan haciéndolo".
Las palabras más elogiosas, las guarda Matos para que la que fue su mujer durante más de 16 años. "Prefiero pensar que Cari está en un sitio mejor. Que su padre la llamó porque la necesitaba con él a su lado. Así que ahora solo mirar al cielo y decir: 'Amor, échame una mano'".
Con este vacío, Matos se refugia en sus hijos, de 15 y 11 años. "Pedrito es un niño supermaduro para la edad y bastante sensible. Y empatiza mucho. Minicari es un poco más guerrera. Yo solo les pido que saquen buenas notas, trabajo y esfuerzo. Y que sean buenas personas". Su padre adelanta que, en algún momento, ambos pasarán bandejas en el catering familiar. "En cuanto cumplan 16, lo tienen asumidísimo. Siempre se lo dijo su madre".
Su familia política acapara también muchos de sus comentarios. No hay que olvidar que su suegra, Cari Lapique, y su cuñada, Carla, han perdido una hija y una hermana, pero también un marido y un padre. "Yo he perdido a Cari, mi compañera de vida, ambos nos habíamos jurado amor eterno. Cari, mi suegra, tenía ese compromiso con su marido, con Carlos, pero es que además ha perdido una hija. Eso no tiene ni nombre".
Antonio y sus hijos celebrarán esta primera Navidad sin Cari con ellas. "Estaremos en la piña que formamos. Esta Navidad es especial, hay que superarlo juntos".
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