Gwendolyn_Schneider
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¿Sabes esa sensación de tener muchas ganas de hacer algo y cuando llega el momento no has disfrutado como te imaginabas? No es que el plan haya sido malo, es que directamente no te hacía tanta ilusión como pensabas... Si es así, y solo te ha ocurrido esporádicamente a lo largo de tu vida, no tienes que preocuparte. Si mirar el reloj es tu pasatiempos favorito mientras haces cosas que primeramente deseabas entonces sufres anhedonia , cada vez más detectado en las consultas de psicólogos.Definido por el psicólogo y director de Psicólogos Madrid Cepsim , es la incapacidad para sentir placer: «Suele ir acompañada de la pérdida de sentir satisfacción por hacer actividades y puede ser un estado momentáneo producido por algún factor externo o puede ser un síntoma de un problema mayor, cómo la depresión, adicciones, entre otros trastornos».Noticias Relacionadas estandar No Respiración diafragmática lenta: la técnica para conocer tu cuerpo y usarlo a tu favor María Alejo estandar No Tripofobia y agorafobia: en qué consisten las fobias más buscadas en Internet Melissa GonzálezLa anhedonia , tal como indica Inmaculada Vázquez, psicóloga, puede presentarse en varios ámbitos:1. Esfera personal : referido a la alimentación, la intimidad sexual y el propio cuidado en general.2. Esfera social : desgana a la hora de relacionarse con otros miembros de la familia, entre amigos, o para conocer gente nueva.Y no es que, explica la psicóloga Pilar Conde, de Clínicas Origen, no se pueda experimentar apatía y alejamiento de las cosas en algún momento puntual, ya que hasta cierto punto todas las personas pasan por ello en algún momento. La anhedonia se trata de la pérdida prolongada de placer. «Esta no se presenta, además, de manera abrupta, sino que lo hace de forma progresiva: poco a poco la persona se va alejando de sus intereses habituales y dejando atrás las motivaciones que le impulsan a diario».¿Y si tengo anhedonia?Los síntomas de la anhedonia son la falta de vitalidad y de placer. Es decir, de tener posibilidad de disfrutar . Según indica Andrés Quinteros, para identificarla «es importante hacer una valoración exhaustiva, pero puedo comenzar a sospechar que puedo padecerla si comienzo a perder satisfacción por hacer actividades que antes me resultaban placenteras, como las actividades sociales, mis 'hobbies' favoritos o relaciones sexuales».Si se produce en el ámbito personal, a quien la sufre no le apetece, por ejemplo, alimentarse. «Lo definitorio es la falta de placer en el proceso de alimentarse, aunque puede detectarse previamente. Es decir, hay una desgana, una falta de interés, por ejemplo, en comer y una de sus consecuencias es la falta de placer que se experimenta al realizar la actividad que estemos observando», cuenta Inmaculada Vázquez.En el ámbito social hablamos de anhedonia cuando la persona no desea estar con sus seres queridos y, menos aún, involucrarse en actividades sociales con personas desconocidas. «Hay un retraimiento social», recalca la psicóloga Vázquez.Hay que destacar que, porque haya alguna actividad que antes nos producía placer y ahora no, no es un indicador de anhedonia. Tal como dice Andrés Quinteros, si antes te gustaba mucho jugar al fútbol y ahora no, no significa que tengamos pérdida de la capacidad de sentir placer porque a lo mejor ahora nos gustan otra cosa. «Creo que todas las personas en algún momento de sus vidas pueden vivir o experimentar una cierta dificultad para disfrutar de las cosas de la vida diaria por motivos contextuales que provocan malestar (dificultades de pareja, laborales, etc.)», aclara el experto.Por ello, para hablar de anhedonia, tiene que afectar a la capacidad de sentir placer de manera sostenida y constante y en varios aspectos de nuestras vidas. Además, va generalmente acompañada de desmotivación, apatía, desgana, falta de interés.Dejar atrás la anhedoniaLa anhedonia no es una enfermedad; es un síntoma que también puede aparecer asociado a otros diagnósticos como el trastorno bipolar y otros problemas mentales graves. También en cuadros de ansiedad y procesos de duelo. No tiene edad, puesto que puede surgir en cualquier momento de la vida, sin respetar a niños y adolescentes, en los que la anhedonia suele ir acompañada de señales y manifestaciones de irritabilidad.«Es difícil que la persona por sí misma pueda superar una etapa de anhedonia. Necesita el apoyo de su entorno y si es más acuciante necesita apoyo profesional», recalca Inmaculada Vázquez.Andrés Quinteros señala algunas recomendaciones generales para superarla:- No te aísles , habla lo que sientes con tus seres querido y pídeles ayuda.- Trata de mantener tu rutina y actividades : no esperes estar motivado para hacer las cosas que antes te gustaban, hazlas y así la motivación puede ir apareciendo de a poco.- Proponte metas y objetivos pequeños , empieza tratando de hacer actividades simples y sencillas, (aunque como dije no tengas ganas) y que puedan proporcionar alguna satisfacción.- Trata de mantener hábitos saludables . Comer de forma saludable y hacer ejercicio es fundamental.Por otro lado, es importante destacar también la figura de quienes rodean a personas con anhedonia. La psicóloga Inmaculada Vázquez expone que estas personas suelen sentir frustración: «En la medida de lo posible es recomendable que quienes están cerca se conozcan lo mejor posible a sí mismos. De esta manera podrán gestionar la frustración que sienten de una manera diferente y no la verterán sobre quien padece anhedonia».Por otro lado, es importante mantener una buena conexión emocional con la persona que ha tenido episodios de anhedonia . De esta manera, cuando comienza a aparecer su entorno puede detectarlo y actuar. La manera de actuar más efectiva es asumir que esa persona está sufriendo y lo que está haciendo es lo mejor que puede hacer en ese momento. Asimismo, desde el reconocimiento de la situación difícil que está atravesando, es de utilidad mantener el acompañamiento a la persona, es cuando más nos necesitan aunque pueda parecer lo contrario. Este acompañamiento es en sí mismo de gran ayuda, aunque puede no tener efectos inmediatos. Finalmente, es útil apoyar lo que a esa persona le provoque algo de vitalidad, por ejemplo, dar paseos por un cierto lugar. Es desde la vitalidad desde donde se recupera el placer.Por último, permanecer junto a esa persona y cuidar la relación con ella una vez que el episodio de anhedonia se ha superado es, asimismo, fundamental. Podría decirse que es la manera en la que podemos disminuir la probabilidad de que la anhedonia vuelva a aparecer.
Anhedonia o la razón por la que algunas personas no disfrutan con nada
Entre tanto desánimo hay que buscar lo que a la persona con anhedonia le aporta vitalidad
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