Algunas palabras sobre 'Yo debería estar muerto', de Alejo Stivel

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Mañana y hoy: mira, amigo, admirado Alejo, no olvido el vídeo de Jorge Guinzburg, con el Diego, Charly y Sabina, con una vedette y las risas, la mandanga… y no olvido, claro, cuando Sabina me acompañó en el verano y el otoño de Buenos Aires de 2002, cuando pillábamos en las primeras descargas ilegales el tema de ‘La biblia y el calefón’ o la versión con el texto cambiado de ‘Nos sobran los motivos’, cuando todo era creación acelerada. Pero ya llegaremos a Sabina tocando la guitarra en sus discos, como Johnny Cash y Rick Rubin, con ‘Peces de ciudad’ y los demás.


Sobrado de poemas, Alejo. Nos acercamos, con perdón, a mis años cerca de Stivel, Cuando leíamos Efe Eme y Zona de Obras y me pillaba los cedés de Charly García. Con Nacho Cano y ese primer sampler, una cinta de casete de mi prima Sara que hablaba del Fairlight. Llegará el ‘Carácter latino’, el ‘Rock en tu idioma’, Celeste Carballo antes de hacerle los coros a Fito Páez o antes de cantar Paloma de Calamaro mejor que el propio Calamaro. Hemos hablado de Antonio Flores, del tema de Porsuigieco, de cómo Alejo se convirtió en un tipo con olfato. Rosario y Antonio y el éxito de un compositor. Luego ya la muerte. En Joy, Pachá, da igual, la madrugada, la recaída.

ASK sonaba a lo mejor del rock americano mezclado con la escuela argentina. Recuerdo la Tercera República, con Josu García, que había sido el último guitarra solista de Mas Birras. Con aquellas versiones de Sui Generis y la versión de The Byrds que era la misma que hacía Charly. Alejo había sobrevivido a la noche de Madrid, la peor, la de comienzos de los noventa, con todas las sustancias servidas en las primeras copas de balón.


Recuerdo los agradecimientos de la Rosenvinge en el cedé de los Subterráneos. Recuerdo, claro, a los Mclan alcanzando el éxito emulando a los Rodríguez y apartándose un poco de los cuervos negros. Recuerdo volver de Buenos Aires con el doble cedé de Convocatoria de Claudio Gabis. Manal y Vox Dei, Charly, Andrés y el negro Sabina, blues.

Llamando a la tierra y el sampleo/versión de Dj Kun con Golpes Bajos. Salía Dj Kun mucho en los periódicos gratuitos que se repartían en aquella época en la facultad. Luego volveremos a Charly en Madrid.


Los dobles testículos de la compañía: ¿Te has quedado con eso, Octavio?, ¿te has quedado con las declaraciones de Sabina, con lo de 'los músicos de la Oreja de Van Gogh'? No, por supuesto que no. Me he quedado con el escalofrío de ‘Cerrado por derribo’ y ‘Donde habita el olvido’. Con Sabina y Alejo tocando la guitarra en estudio. Con saber que había un millón de canciones y de sustancias que hacían de turbina para el mejor disco de Sabina.

Mi padre en el coche con ‘Física y química’, el ruido, levántate Lázaro, yo me bajo en Atocha. Seis meses de preparación, ‘Nos sobran los motivos’, mi propia novia bostera, Dylan en ‘A mis cuarenta y diez’ y, claro, ‘Ahora que’ con la que se abría el disco. El descarte (que luego sería parte del disco-resto ‘Dímelo en la calle’) de ‘Arenas movedizas’ que era ‘I shall be released’. Madrid y Marbella.

Veinte canciones. Más y más. Alguien le tenía que quitar a Sabina el disco de las manos. Y Fernando Samalea en la batería y el bandoneón. Yo sabía que Samalea había estado con Charly.


Charly en Madrid: Say no more castizo. Piensa en ‘Es mentira’ de Sabina con la voz de Charly García. Piensa en Charly caminando tranquilo por España, Saynomore, grabando y grabando en la habitación de un hotel. Dale, quita, sobre, más teclado. Alejo le hace el aguante. De 1991 a 1994.

El día que le cortaron al Diego las piernas en el mundial, en una sola toma, Charly graba ‘Maradona blues’ y le llama al Diego para animarlo. Calamaro/Calamardo estaba a punto de entrar en ‘Deep Camboya’, pero eso es otra historia. Tres años grabando. Tú no lo sabes, decía la gitana, pero yo soy la hija de la lágrima.


2008-2009: no tengo un mango. No quiero cantar. No sé cantar. Sí sé cantar. Juntemos a Tequila. Toquemos en Sos del Rey Católico. Ariel va sobrado y los muertos son músicos tan brutales que todo suena engrasado. Quizá demasiado limpio. Mucho Carlos Tarque.

Algo de activismo de izquierda, la revolución en Cuba, el internacionalismo, la selección de Euskadi, la heroína es culpa del estado español, que el tiempo no te cambie en la campaña del PSOE. El Ché. El documental de Tequila, decíamos ayer. La muerte de Guinzburg. Los discos solistas. Rosa León por María Elena Walsh

Solista: Los Secretos, Sui Generis, Serrat, Moris, Maná, Pulgarcito, Pescado Rabioso, Burning, CRAG, The Clash, Leonardo Flavio, Cuéntame, Radio Futura, César Vallejo, Joaquín Sabina, Pereza y Mclan, Guadana Álvarez y Miss Bolivia.

Alejo siempre ha estado aquí. Desde Tanguito hasta el último vals.

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