Gabe_Fahey
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Desde el siglo XIX, la moda se ha inspirado en el deporte para crear sus diseños. La ropa funcional para jugar al tenis, el golf o la equitación tuvo una gran influencia en la ropa masculina, sin embargo, las mujeres tendríamos que esperar hasta Coco Chanel para poder disfrutar de la libertad de las prendas deportivas en los looks diarios, dándonos pantalones ajustados, jerséis de punto o faldas plisadas inspiradas en estos deportes.
Gracias a esta introducción del deporte en la moda femenina, la diseñadora francesa comenzó a utilizar el tweed, inspirada por su relación con el duque de Westminster, que utilizaba este tejido para estar cómodo, elegante y tener libertad de movimiento, siendo utilizado para la caza y la equitación.
En las colecciones actuales hemos visto a Dior mezclando elementos 'athleisure' con la Alta Costura, Chanel con referencias al surf y a la vela en su colección crucero del 2019 o a Balenciaga incorporando elementos del fútbol en su temporada de primavera-verano 2020.
Georgina vuelve a poner de moda la equitación
Como vemos, la hípica ha tenido un gran vínculo con el diseño desde el principio y, aunque en los últimos años ha estado relegado por deportes más modernos como el fútbol o el surf, parece ser que por fin va a reclamar su lugar, desplazando al actual 'balletcore', la tendencia inspirada en el ballet.
Quien nos ha adelantado este regreso ha sido Georgina Rodríguez que, si hace unos días llevaba un 'total look' de ballet, parece ser que se estaba despidiendo de esa tendencia para dar la bienvenida a la equitación con un estilismo muy 'camprestre', mientras hacía un guiño a los primeros años de Chanel.
La protagonista del 'docureality' Soy Georgina, de Netflix, ha decidido pasar una mañana en el campo durante su visita a España, siendo "la más rural" con un estilismo que nos hará cambiar el chándal y las deportivas por las mallas y las botas.
Georgina se ha atrevido con un 'total look' en color chocolate (el favorito de la temporada) de Alo Yoga, compuesto por unos leggings de talle alto (170 €) con un sujetador deportivo a juego (96 €), que completa el conjunto. Lo acompañó con una gorra de la firma (71 €), una chaqueta ajustada de punto y 'cropped' en blanco de Alo (230 €) y unas botas de agua de Chanel en negro con la punta en blanco y algo de tacón que podemos encontrar en Vestiaire Collective por 1249 euros.
Al ver este look no podemos evitar pensar en la primera colección de Tom Ford como director de diseño de Gucci que, para la temporada otoño-invierno 1992/93 presentó un universo de moda que giraba en torno a la equitación, volviendo a los orígenes de la firma. Eso sí, Georgina lo lleva en su versión más 'athleisure'.
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