Activistas de Greenpeace asaltan un buque cisterna en Corea del Sur para presionar por un tratado global contra los plásticos

  • Iniciador del tema Iniciador del temahblock
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

hblock

New member
Registrado
27 Sep 2024
Mensajes
79
1489130528-RmtXVWIKa8mwdlckIRgfmWP-758x531@diario_abc.jpg

Varios activistas ecologistas de Greenpeace han asaltado un buque cisterna que se disponía a cargar productos químicos plásticos en el puerto de Daesan, en Corea del Sur, para protestar contra la producción de plásticos tóxicos mientras las negociaciones sobre el Tratado Global sobre Plásticos de la ONU entra en una fase decisiva, aunque en términos prácticos estancada, en Busán.Los activistas, provenientes de varios países como Alemania, México y Reino Unido, han exigido a los gobiernos que enfrenten la presión de la industria petroquímica y reduzcan «firmemente» la producción de plástico .La protesta, en la que han montado tiendas de campaña en el mástil del barco, se ha llevado a cabo en el buque Buena Alba, una embarcación de 96 metros de largo que se disponía a cargar propileno, un químico derivado de los combustibles fósiles usado en la fabricación de plásticos.«Estamos tomando medidas directas hoy aquí -deteniendo este envío de plástico- para instar a los líderes mundiales a que escuchen las voces de los millones de personas de todo el mundo, junto con los científicos y las empresas, que exigen que se reduzca la producción de plástico para detener la contaminación plástica», ha dicho Alex Wilson, voluntario del equipo de escalada de Greenpeace Reino Unido, a través de un comunicado recogido por Europa Press.El activista ha detallado que mientras protestan, «los grupos de la industria petroquímica están en plena acción en Busán». «Están usando su poder, dinero y acceso para intentar garantizar que el tratado no haga lo que debe hacer: cerrar el grifo de la producción de plástico», ha aseverado.El incidente ocurre en medio de un análisis publicado por el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), que revela que más de 220 lobistas petroquímicos están presentes en las negociaciones en Busán, la cifra más alta registrada hasta ahora, según Greenpeace.Noticia Relacionada Adiós a los microplásticos estandar Si Crean el primer plástico que se descompone por completo en el agua de mar en solo unas horas Judith de JorgeGreenpeace ha advertido de que pese a las crecientes preocupaciones sobre la contaminación plástica, la producción sigue aumentando, lo que podría consumir hasta el 31 por ciento del presupuesto de carbono global necesario para limitar el calentamiento a 1,5°C.Por su parte, el jefe de la delegación de Greenpeace, Graham Forbes, ha instado a los gobiernos a tomar decisiones firmes en este momento crítico, advirtiendo que un tratado sin un compromiso de reducción de la producción no resolvería la crisis del plástico ni la del clima. Las negociaciones sobre el Tratado Global sobre Plásticos concluyen el 1 de diciembre en Busán, Corea del Sur.Negociaciones estancadasParalelamente, las negociaciones se suceden, si bien se encuentran en un punto muerto. De hecho, los diplomáticos advirtieron el sábado que una mayoría de países podría abandonar las conversaciones sobre el primer acuerdo mundial contra la contaminación plástica si un puñado de delegaciones sigue resistiéndose en puntos clave, en particular la reducción de la producción y la eliminación gradual de sustancias químicas que se cree o se sabe que dañan la salud humana.Más de 100 países respaldan esas medidas e insisten en que un tratado sin ellas no resolverá la crisis de la contaminación. Pero alrededor de una docena de naciones, en su mayoría productores de precursores plásticos derivados de combustibles fósiles, se oponen firmemente.Como resultado, justo un día antes de que se supone que finalicen las conversaciones, el borrador del texto sigue lleno de puntos de vista opuestos y lenguaje contradictorio. Y la frustración está creciendo. «La abrumadora mayoría de los delegados aquí exigen un tratado ambicioso», dijo el jefe de la delegación de Panamá, Juan Carlos Monterrey Gómez. «Si no se reduce la producción, no hay tratado (...) No podemos permitir que unas pocas voces fuertes hagan descarrilar el proceso», añadió.Un diplomático de la Coalición de Alta Ambición, que agrupa a decenas de países que buscan un acuerdo sólido, se hizo eco de ese sentimiento. «Somos un gran grupo que se une en torno a elementos clave eficaces y que se prepara para retirarse», dijo a la AFP, hablando bajo condición de anonimato para poder hablar de deliberaciones a puerta cerrada.Advirtió de que «algunos países» estaban considerando activamente la posibilidad de convocar una votación, lo que eludiría el enfoque tradicional de la ONU de acuerdo por consenso y podría «levantar muchas cejas». Se trata de una posibilidad que se está discutiendo cada vez más como «último recurso», dijo J.M. Bope Bope Lapwong de la República Democrática del Congo. «Creo que si no podemos llegar a un acuerdo, nos veremos obligados a ir a una votación. No podemos recorrer todo este camino, todos estos kilómetros, para fracasar», dijo a la AFP.Los observadores han advertido que convocar una votación sería una estrategia arriesgada que podría alejar incluso a algunos países a favor de un tratado fuerte. Otra opción sería que el diplomático que preside las conversaciones simplemente apruebe un acuerdo a pesar de las objeciones de un puñado de reticentes, dijeron. Pero eso también conlleva riesgos, potencialmente amargando el proceso diplomático restante y poniendo en peligro la adopción de un tratado en el futuro.«No queremos salir del marco de las Naciones Unidas», dijo un funcionario del Ministerio de Medio Ambiente francés. «Esperamos llegar a un acuerdo entre ahora y mañana y esa es la opción en la que estamos centrados», agregó. «Pueden pasar muchas cosas en 24 horas».

 

Miembros conectados

No hay miembros conectados.
Atrás
Arriba