velva51
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El Ministerio de Transición Ecológica está revisando proyectos de obras hidráulicas que podrían haber minimizado los efectos de la DANA de Valencia y que, como el encauzamiento del barranco del Poyo, permanecieron paralizados durante años, de modo que se adapten a las "nuevas circunstancias climáticas" que el pasado 29 de octubre superaron todas las previsiones de riesgo de inundación. "Estamos trabajando en el futuro para hacer todo lo posible para que las infraestructuras estén preparadas, no solo para lo que esperábamos que podía acontecer sino en esta nueva realidad climática", que deja "fenómenos climáticos cada vez más extremos", ha afirmado la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, en la visita que ha realizado este jueves a Valencia.
"La experiencia que tenemos sobre las infraestructuras es que parecen fácil de planificar y difícil de ejecutar, porque requieren consenso de las administraciones y por parte de la ciudadanía", ha explicado como justificación de que, décadas después de empezar a verse su necesidad, todavía no sean una realidad actuaciones que habrían mitigado los efectos de la DANA. De lo que se trata ahora, ha dicho, es de "buscar obras de gran resilencia, en la zona mediterránea sometida a fenómenos climáticos cada vez mas extremos".
Tal y como estaban proyectadas, previsiblemente tampoco habrían evitado del todo la tragedia, tal y como apuntó en el Congreso hace unas semanas el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, donde señaló que proyectos como el de dar un cauce alternativo al barranco Poyo deberán "redimensionarse" tras lo ocurrido en Valencia. Según recordó, las previsiones de riesgo máximo hablaban de 1.400 m3/s y el 29 de octubre circularon por él "4.000m3 por segundo, multiplicado casi por cuatro la mayor evaluación de riesgos de los estudios".
Apoyo a la AEMET y la Confederación de Júcar
Además, Aagesen ha reiterado su apoyo al "servicio" y los "equipos" de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la AEMET, que también ha visitado durante su visita a Valencia. "Estuvo explicado en cada minuto cuál fue la secuencia, esa información fue contante y automática, llegó en todo momento y, por lo tanto, todo el apoyo a los equipos de la CHJ y a los servicios de la AEMET", ha enfatizado Aagensen, frente a la responsabilidad que el Consell intentó atribuirles para justificar que la alerta a la población no se enviara hasta las ocho de la tarde, cuando las inundaciones ya eran patentes.
Aagesen ha hecho este jueves la primera visita de una ministra de Transición Ecológica, más de un mes después de que la DANA. Allí ha supervisado sobre el terreno los trabajos de reconstrucción de la subestación eléctrica de Catadau, donde están 23 de las 35 torres que derribó el temporal y cuya actividad fue posible restaurar en "tiempo récord". "En menos de una semana, el 99%, más de 180.000 suministros que se habían perdido volvieron a solucionarse", ha destacado Aagesen que ha reconocido el "trabajo diligente" de la distribuidora -Iberdrola- y de Red Eléctrica.
También ha visitado Torrent y los trabajos que lleva a cabo la Confederación para reparar el canal Júcar-Túria y en los acueductos de los barrancos de La Horqueta y del Poyo, "que han permitido también el abastecimiento de más de 30 municipios y a la ciudad de Valencia", también "tiempo récord", ha dicho.
Según su agenda pública de la visita, Aagesen no ha mantenido ningún encuentro con representantes de la Generalitat valenciana, con los que sin embargo ha asegurado que ya se está trabajando para determinar el plan de actuación en la Albufera, que el Gobierno central ha dotado con 130 millones, "empezando por la eliminación de todos los residuos detectados" y detectar "si existe algún peligro de contaminación" en un humedal "de referencia" en España.
Además del trabajo de la AEMET y de la Confederación, Aagesen también ha tenido palabras de reconocimiento para los efectivos de las brigadas de bomberos forestales, las BRIF dependientes del Ministerio, que en estos momentos trabajan en Paiporta y que continuarán en Valencia "todo el tiempo que sea necesario para restablecer la normalidad".
Riadas que superaron los riesgos de obras bloqueadas
La no ejecución de obras hidraúlicas para reecauzar barrancos que pueden permanecer secos durante años pero sobre los que las proyecciones daban riesgo de inundación o para construir presas fue una de las cuestiones más polémicas tras las lluvias torrenciales que a finales de octubre anegaron parte de la provincia de Valencia. Más de una década después de empezar a proyectarse y tras el paso de distintos Gobiernos y de distinto signo político, actuaciones planificadas como la del barranco del Poyo que al desbordarse anegó Paiporta o Pincaya, en la zona cero de la DANA, seguían sin llevarse a cabo, por motivos que tanto expertos como el Ministerio relacionaron con la falta de presupuesto o la dificultad de hacer entender a la población la necesidad de dedicar millones de euros a cauces aparentemente siempre secos.
Otra de las cosas que también demostró el desastre es que el calentamiento de la atmósfera y del Mediterráneo a cotas históricas como consecuencia del cambio climático hicieron que la DANA fuera mucho más virulenta, hasta el punto de dejar en papel mojado hasta las previsiones del riesgo de inundación a más largo plazo, en un periodo de retorno de 500 años. "La DANA del 29 de octubre se desmarca de los escenario de probabilidad alta-media con capacidad de recurrencia de 100 años o de probabilidad baja con retornos de 500 años", dijo la ya exministra Teresa Ribera en su comparecencia en el Congreso del 20 de noviembre. "La intensidad fue tal que en una sola hora cayeron 184 litros por metro cuadrado en la estación de Turís, un récord histórico de las estaciones de la red de AEMET. Para que se hagan una idea, se acumuló en tres horas más agua de la que cae normalmente en un año", enfatizó.
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