cristobal11
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«El regreso de David Leavitt» anuncia la faja de 'A resguardo'. Y no es que se hubiera ido; pero sí que parece prisionero de un 'loop' de eterno retorno. Leavitt (como tantos otros triunfales de su generación y de la siguiente camada) no parece haber quedado demasiado bien parado a partir de recientes movimientos genérico-sísmico-sistémicos. Así, él y los demás ahora lucen un tanto eclipsados por tanta efímera novedad y moda a ser casi instantáneamente 'démodé'. Afortunadamente, sigue y siguen escribiendo. Desde su muy celebrado debut en 1984 con los relatos recogidos en 'Baile de familia' que, además, lo distinguieron como el primer autor de temática gay en las entonces conservadoras páginas de 'The New Yorker' (hito no del todo cierto; porque antes lo había hecho el gran Allan Gurganus con una ayudita de su mentor/acosador John Cheever ), Leavitt ha entrado y salido de escena. NOVELA 'A resguardo' Autor David Leavitt Editorial Anagrama Año 2024 Páginas 370 Precio 21,90 euros 3Siempre buscando una cierta diferencia en lo suyo que lo separe en tono pero le haga comulgar en calidad con lo del patriarca Edmund White o lo del británico Allan Hollinghurst a la hora de no conformarse con ser simplemente un cronista de la vida homosexual. Así Leavitt (Pittsburg, 1961) volvió a ser noticia en 1993 con el escándalo por supuesto 'plagio de vida' y demanda de Stephen Spender en 'Cuando Inglaterra duerme' (asunto que el propio Leavitt dramatizó-sonrió en meta-'novella' posterior) y lo suyo fue virando a la elegante factura de comedias-dramáticas como la muy destacable y autobiográfica 'Martin Bauman' (2002), la biográfica a secas 'El contable hindú' (2007), la cosmopolita y muy 'à la' Somerset Maugham 'Los dos hoteles Francfort', y la farsa doméstico-académica-cultural 'El cuerpo de Jonah Boyd'. A este último territorio pertenece 'A resguardo'. Sátira que —como en la reciente 'La revelación', de A. M. Homes; mucho más astuto fue Salman Rushdie en sus 'La decadencia de Nerón Golden' y Quijote— comete el error de satirizar los ya de por sí exageradamente satíricos tiempos de Donald Trump.El efecto es un tanto ligero cuando se espera algo más feroz: es más 'Friends' que 'Seinfeld' Aquí y entonces, un acomodado matrimonio decide cambiar Venecia por Nueva York para huir del espanto de un indigno presidente de color naranja al que no puede considerar menos que digno merecedor de magnicidio. Y, sí, lo que aquí Leavitt hace es traer a nuestros días a lo de Edith Wharton y de Henry James (hay tres terriers que responden a nombres de personajes suyos) poniendo de manifiesto las poco inocentes edades de norteamericanos súbitamente reconvertidos en revueltos embajadores de sí mismo. También —el propio Leavitt los ha señalado— claroscuros brillos de Grace Paley y del ya mencionado Cheever, pero sin la amable crueldad de una y de otro.El efecto es un tanto ligero cuando se espera algo más feroz: es más 'Friends' que 'Seinfeld'. Y, en un momento, alguien teoriza que los idus de Donald inspirarán grandes novelas a los escritores al sentirse oprimidos por su mal 'modus operandi'. 'A resguardo' no es una gran novela (ni quiere serlo) pero sí ofrece el refugio de un divertimento a lo grande cortesía de lo que alguna vez Fitzgerald definió como «careless people» o personas desconsideradas: esnobs encantados de conocerse y de reconocerse entre ellos. No es poco. Pero sí es lo justo y, a su manera, justiciero. No se merecen otra cosa.
'A resguardo', de David Leavitt: los idus de Donald Trump
El autor norteamericano comete el error de satirizar los ya de por sí exageradamente satíricos tiempos del expresidente de Estados Unidos
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