Aaron_Swift
New member
- Registrado
- 27 Sep 2024
- Mensajes
- 70
Teruel, la ciudad del amor, del buen jamón, de la arquitectura mudéjar y donde queda claro que no hace falta ser muchos para ser felices. La provincia más al sur de Aragón es uno de los lugares más despoblados de España, pero ello no le resta belleza, al contrario, le suma los encantos que solamente un pueblo puede otorgar.
Sus poco más de 135.000 habitantes pasean a diario por las preciosas calles decoradas con imponentes torres, una histórica catedral y numerosos monumentos. La gastronomía turolense destaca por productos como el jamón o el ternasco y, una vez más, ha sido declarada la provincia con mayor cantidad de pueblos bonitos de España.
La ciudad del amor
Cuenta la leyenda que una joven noble llamada Isabel se enamoró de Diego de Marcilla, un hombre de clase inferior que jamás podría casarse con ella si no volvía rico tras la guerra. Al no volver su amado, Isabel de Segura fue obligada a contraer matrimonio con un hombre de la nobleza, y justo el día de su boda Diego regresó rico reclamándole un último beso.
La joven tuvo que negárselo y Diego murió de dolor. Al día siguiente, en su funeral, Isabel le concedió ese último beso de amor verdadero, y acto seguido murió junto a su querido Diego. Así lo cuenta la historia de los Amantes de Teruel, una parte fundamental de la cultura de la ciudad. Cada año se conmemora este acto en un festejo en el que las calles viajan al pasado para representar la más bonita y trágica historia de amor jamás contada.
Mausoleo de los Amantes
Para conocer mejor la historia de estos jóvenes enamorados, es imprescindible visitar el Mausoleo de los Amantes. Este espacio te llevará al siglo XIII, cuando ocurrió este evento y donde podrás encontrar las momias de Isabel y Diego, que reposan en tumbas de cerámica y mármol con sus manos a punto de tocarse. Además, allí también podrás conocer la influencia de los amantes en el arte, la cultura y las tradiciones turolenses.
La catedral de Teruel
La catedral de Santa María de Mediavilla es uno de los mayores exponentes de la arquitectura mudéjar de Teruel y también uno de los edificios más emblemáticos y bonitos de la ciudad. Este templo fue en su origen una parroquia y no pasó a considerarse catedral hasta el año 1587 al crearse la diócesis provincial. Ubicada en pleno centro histórico, destaca por su imponente torre y el precioso cimborrio que corona el edificio y que sorprende a todo el que la visita.
Las torres de San Martín y el Salvador
El arte mudéjar de Teruel fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 1898, y la mejor prueba viva de ello son sus dos grandes torres. Alrededor de ellas gira una leyenda que cuenta que dos hombres quisieron casarse con la misma mujer y que para decidir quién sería el afortunado, el padre de ella les mandó construir dos torres idénticas. Así lo hicieron, con alguna pequeña diferencia en los detalles decorativos y un gran error que dio como clara vencedora a la de El Salvador. Ambas bellas e imponentes, pero la de San Martín levemente torcida.
Plaza del torico
Sin salir del centro llegarás a la plaza más famosa de la ciudad, la Plaza del torico o como realmente se llama, la Plaza Carlos Castel. El que probablemente sea el enclave más visitado de Teruel es el hogar de una gran columna de mármol coronada con un pequeño toro en referencia al animal que guio a los fundadores de la villa hasta allí y por el cual la ciudad recibe su nombre. Rodeada de bares ubicados bajo pequeños pórticos, este lugar cuenta con preciosos edificios modernistas que muestran a la perfección el paso del tiempo por las calles turolenses.
Dinópolis
Teruel es provincia de dinosaurios y puedes conocer todo sobre cómo era el mundo hace 4.500 millones de años en Dinópolis, un espectacular parque temático dedicado a este periodo. La paleontología es la protagonista indudable del lugar, y es que aquí se exponen restos de numerosos de especies de dinosaurios encontrados en territorio turolense. Este lugar es perfecto para visitar con los más pequeños, donde podrán descubrir el mundo del T-Rex mientras disfrutan de atracciones y espectáculos.
Gastronomía turolense
Gran parte de los platos tradicionales giran en torno al cerdo y al cordero, prueba de ella es el famoso Jamón de Teruel y las Delicias de Teruel, que consiste en rebanadas de pan con aceite del Bajo Aragón, ajo y jamón. Otra elaboración imprescindible de la ciudad es el ternasco de Aragón, que suele prepararse a la brasa y es una auténtica delicia que nadie puede perderse. Su eres amante de los dulces, no podrás terminar tu visita sin probar los suspiros de amante o la trenza mudéjar.
Apúntate a nuestra Newsletter de Viajes y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por España y por el mundo.
Cargando…
www.20minutos.es